La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer vista para sentencia la causa que pesa contra un residente sudamericano que fue detenido después de que su ex pareja lo denunciara por supuestamente perseguirle con un coche e incordiarla haciéndole fotografías con su teléfono móvil tras merodear también por el puesto de trabajo de la víctima. Según la afectada, éste también la llamó a altas horas de la madrugada cuando también lo tenía prohibido después de que pesara sobre él una condena anterior por maltrato.

El fiscal pidió para el acusado una pena de seis meses de prisión por un supuesto quebrantamiento de condena. El sospechoso, sin embargo, se declaró inocente y afirmó que, en todo caso, él fue el perjudicado después de que, según su versión, su ex mujer lo llamara el día de su onomástica y le espetara al descolgar: «Feliz cumpleaños, te van meter cuatro meses preso».

El último capítulo de acoso ocurrió después de una visita concertada en el punto de encuentro para que el acusado pudiera ver a sus hijos. Tras recoger a los pequeños, la mujer observó que estaba siendo seguida por varias calles y que su ex pareja hacía como si le hiciera fotografías tras bajar la ventanilla de su coche.

Amenazas

La misma juez, en otro caso distinto, vio ayer también la causa contra un vecino de Sant Antoni que fue detenido tras una discusión con su pareja en la plaza de España de esta localidad. Según la afectada, la amenazó de muerte tras llevarse los dedos al cuello y luego persignarse.