Comprobaciones llevadas a cabo por el destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Eivissa en sus equipos después de que un conductor que dio 0,73 fuera absuelto en un juicio por la supuesta caducidad del etilómetro han servido para aclarar que dicho aparato estaba perfectamente en regla pero que, por un error de documentación, se aportó en el atestado un certificado antiguo. Fuentes del destacamento informaron ayer que todos los equipos son revisados escrupulosamente antes de cada servicio. Las mismas fuentes indicaron que ya se contaba con el certificado con el que se demostraba que el etilómetro usado para este caso era plenamente utilizable pero, por un fallo humano, se adjuntó al atestado uno anterior.