Un joven que conducía por las carreteras de Eivissa un turismo si haberse sacado el permiso tendrá que hacer frente a una multa de 2.160 euros y realizar 31 días de trabajo en beneficio de la comunidad después de que fuera sorprendido por la Guardia Civil al volante de un Volkswagen Polo.

Ésta es la pena que el infractor aceptó ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa después de que dicha persona compareciera ante la magistrada Martina Rodríguez para responder de un delito relacionado contra la seguridad del tráfico.

El acusado fue interceptado por la Guardia Civil poco después de las once y media de la noche del pasado 7 de octubre cuando circulaba por el kilómetro 2,500 de la carretera que unte Eivissa con Portinatx.

Según la información recogida por este periódico, dicha persona ni siquiera se molestó en buscar una justificación y rápidamente reconoció que carecía de la autorización necesaria para conducir automóviles.

El caso pasó a la jurisdicción penal después de que el acusado fuera detenido formalmente por este delito y puesto en libertad con obligación de comparecer en el juzgado cuando fuera citado, como ocurrió ayer.