Los dos jóvenes toledanos que fueron juzgados por supuestamente agredir a un agente de la Policía Local de Sant Josep después de que uno de ellos intentara torear al afectado en cala de Bou han sido condenado a un año de prisión, a pagar una multa de 180 euros y a indemnizar al policía con 240 euros por las lesiones que sufrió. La decisión de la juez Clara Ramírez de Arellano , responsable accidental del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, se corresponde con la pena pedida al final de la vista oral por el fiscal.

El suceso tuvo lugar en la noche del pasado 27 de julio cuando un oficial de policía uniformado patrullaba en un coche de camuflaje por Cala de Bou. Los dos jóvenes fueron detenidos tras salir del establecimiento en el que se alojaban tras pedir refuerzos la víctima, agente que en la refriega sufrió una serie de puñetazos y una patada en los genitales.

Los dos acusados aseguraron en su juicio que ellos «habían sido los únicos agredidos» y que iban «muy bebidos». Sin embargo, ante esa afirmación la juez Ramírez de Arellano antepone que el agente que sufrió dichas vejaciones ofreció durante todo el proceso un testimonio «sin contradicciones» que vino acompañado de un parte del lesiones que se corresponde con el relato de los golpes que padeció.

El incidente se produjo cuando el policía se aproximó con su vehículo a un joven que deambulaba en medio de la calle es Caló y éste intentó torearlo. Luego golpeó el capó del coche y obstaculizó la salida del agente, que sólo se pudo identificar plenamente tras, según su testimonio, dar un «sopapo» al acusado, momento en que esté cayó al suelo. Ante ello, el otro acusado salió corriendo en ayuda de su amigo. Según el atestado, el joven que estaba en el gritó a su compañero: «¿Qué dices de llamar a la policía? Él es la policía».