J.J.M,

Una mujer de 47 años que en una colisión entre dos conductores bebidos resultó gravemente herida, con lesiones, entre otras en el esternón, cervicales, y la pérdida de una prótesis mamaria, recibirá una indemnización que supera los 71.000 y con la que, cinco años después del siniestro, le permitirán volver a operarse de distintas intervenciones quirúrgicas que aún precisa. Las heridas fueron tan graves que a dicha persona se le concedió la incapacidad permanente para ejercer su profesión de empleada de la limpieza.

El caso pudo ser visto el pasado mes de mayo después de cinco años de aplazamientos ocasionados por la incomparecencia de testigos, acusados y hasta problemas técnicos. Tras varias demoras, la vista pudo celebrarse pero hubo de ser repetida al fallar el sistema de grabación de los juzgados de Eivissa.

Multas

La juez María de Cortes Risueño, titular accidental del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, cuando la causa quedó vista para sentencia ha impuesto a los dos acusados, procesados por antiguas normas del Código Penal, a sendas multas que se elevan a 720 euros y a pagar con las compañías aseguradoras 84.736 euros a la principal afectada del accidente. La sentencia, sin embargo, recoge que de dicha cantidad se debe descontar 13.365 euros entregada a cuenta de la indemnización en concepto de pensión provisional. El fallo, por último, establece penas de privación del derecho de conducir a un año para uno de los infractores y tres para el otro.

El accidente ocurrió sobre las cinco y media de la madrugada del 28 de agosto de 2004. J.J.C.M., natural de Salamanca y vecino de Santa Eulària, conducía un Peugeot en el que iba de acompañante la mujer. En el otro coche, un Ford Fiesta, iba al volante un conductor marroquí R.E.A., que dio 0'82 mg/l en la etilometría. Ambos vehículos colisionaron entre sí en el kilómetro 2'500 de la carretera de Sant Josep.