Más de la mitad de los nueve fallecidos de este año en accidentes de tráfico en las Pitiüses iban en moto, cuatro de ellos conduciendo y el quinto, el joven de 16 años muerto el pasado domingo, de pasajero. Además, uno de los tres fallecidos restantes era un peatón. Es decir, sólo dos de los nueve fallecidos de 2009 iban en coche.

Dos de los motoristas, según fuentes médicas, tuvieron el accidente porque sufrieron problemas físicos mientras conducían. Se trata de un hombre de 65 años de edad que cuando circulaba por la calle Sant Llorenç de Santa Eulària con una motocicleta tipo Harley sufrió un colapso que le hizo caer. Se golpeó fuertemente en la cabeza y días después del accidente falleció. Otro caso similar fue el de una joven de 16 años que, tras sufrir un problema cerebral, según los médicos, chocó con su ciclomotor contra una quitamiedos en la carretera de Sant Josep. Ocurrió el 19 de mayo y días después falleció.

En junio murió un motorista argentino de 46 años que con una Yamaha de gran cilindrada al chocar contra una señal en la rotonda del polígono de Montecristo, un accidente en el que no intervino ningún otro vehículo. Falleció en el acto. Similar fue el caso de un motorista británico de 53 años que también en el mes de junio chocó con un bordillo en la zona de Can Bellotera. Murió días después. El último motorista fallecido este año es el joven Jerome P.G.L., de 16 años, un caso que ha causado conmoción en la isla por las circunstancias en las que se produjo el accidente. El 11 de octubre a las once de la noche un joven de 25 años que años arrolló por detrás el ciclomotor en el que, de pasajero, se desplazaba Jerome. El conductor de la moto resultó herido grave. Quien iba al volante del BMW, que conducía a gran velocidad, según la Guardia Civil, dio positivo en cocaína y hachís.

Otro caso especialmente dramático fue el brutal atropello a dos peatones ocurrido en Ca n'Escandell el 14 de mayo. Otro BMW a toda velocidad los arrolló y mató a uno de los peatones, un ibicenco de 45 años de edad. A consecuencia del accidente también murió el causante del mismo, un rumano de 43 años de edad.

Menos muertes

El primer muerto del año fue otro rumano, éste de 31 años, que se estrelló contra un talud cerca de Sant Carles y dio una vuelta de campana. Iba solo en el coche y no llevaba puesto el cinturón. Murió en el acto.

No obstante, éste es uno de los mejores años que se recuerdan en las carreteras de las Pitiüses en cuanto al número de fallecidos. El año 2005, con 25 muertes, fue el más trágico. Desde entonces el número de accidentes mortales ha ido en descenso.