Un reproche por su supuesta falta de entrega al trabajo parece estar en el móvil que ocasionó que un vecino de Santa Eulària de 36 años terminara agrediendo a sus progenitores en la casa en la que todos ellos residían. El acusado, que anteayer pasó a disposición judicial, tendrá que sentarse en el banquillo en los próximos días para enfrentarse a una pena de un año de prisión por un supuesto delito de maltrato de familia. El juez lo dejó en libertad hasta el día del juicio pero, para proteger a los afectados, de 70 y 66 años, estableció la imposibilidad de que se aproxime a éstos a menos de 25 metros.

Antecedentes

Según la información recogida por este periódico, A.J.F. declaró en el juzgado que no se acordaba bien de lo sucedido aunque él mismo no descartó la posibilidad de que hubiera agredido a sus padres. Durante sus manifestaciones, sin embargo, quiso hacer hincapié en que su padre llegó a desabrocharse el cinturón, extremo este último que de confirmarse ocurrió cuando el matrimonio intentaba huir de la casa.

A.J.F. no tenía antecedentes por delitos de lesiones o maltrato aunque sí le constaba una condena por conducir en estado de ebriedad, circunstancia por la que tuvo que responder de un delito contra la seguridad del tráfico.

Cenando

El suceso, al parecer, ocurrió en una casa de campo de Santa Eulària en la que la familia lleva a cabo actividades de agricultura y ganadería. El acusado llegó y se fue a su habitación, dependencia de la que salió cuando su padre se hallaba cenando. Fue en ese momento cuando el cabeza de familia le dijo que consideraba que no estaba trabajando lo suficiente. Según la denuncia, dicho comentario provocó la cólera del hijo. Éste espetó a su padre que llevaba todo el día trabajando y luego presuntamente le propinó un fuerte empujón que lo tiró de la silla. Una vez en el suelo, la víctima recibió varias patadas. La madre, por su parte, también cayó al suelo al agarrar a su hijo para que parara las agresiones, instante en el que ésta sufrió otro empujón.

Los denunciantes también aseguraron que su hijo continuó tras ellos cuando salieron al exterior para intentar coger el coche e irse. Afirmaron que el hijo volvió a golpearlos no si antes decirle al padre que le «iba a aplastar la cabeza».

El acusado por este caso, una vez ante el juez, no quiso aceptar ningún acuerdo judicial y optó por esperar la fecha de un juicio rápido que está previsto celebrar en los próximos día. Podrá seguir viviendo en su casa pero no estar cerca de sus padres.