Un momento de la investigación, abordada por la Guardia Civil, en el campamento de los feriantes al mediodía de ayer.

Said H., un marroquí de 26 años que formaba parte del grupo de feriantes que ahora se encuentra instalado en Santa Eulària, falleció cuando en chanclas bajó de su caravana sobre las diez y media de la noche del jueves en plena lluvia y cuando la zona que rodeaba al remolque estaba completamente anegada por la lluvia. La Guardia Civil baraja como hipótesis que ello ocurrió cuando la víctima, preocupada por la tormenta y el estado en que pudiera hallarse su perro, abandonó el remolque para comprobar el estado de su mascota.
Un súbito apagón y un grito despertaron a sus compañeros. Éstos lo encontraron bajo la caravana. No se sabe si llegó a tocar un cable en mal estado o un transformador pero lo cierto es que sufrió una descarga fatal.
Los feriantes hicieron todo lo posible por salvar su vida. Incluso, viendo su estado y lo introdujeron en un coche particular dispuestos a llevarlo a un centro médico. La UCI móvil del 061, cuyo personal acababa de atender el accidente mortal ocurrido a pocos kilómetros que esa misma noche le costó la vida a un peatón, fue interceptada en la rotonda de Can Blai por el vehículo. El médico y los técnicos sanitarios del 061 intentaron durante 50 minutos la reanimación del paciente. Sin embargo, todo fue en balde y el facultativo sólo pudo certificar su fallecimiento.
El siniestro se produjo en el campamento de los feriantes ubicado junto al hotel Sol, a menos de un kilómetro del lugar donde se hallan instaladas las atracciones que hasta hace poco se emplazaban a la entrada de Eivissa, en el primer cinturón de Vila. Hasta pasados varios minutos no se pudo aclarar que la víctima no había perecido como consecuencia de una accidente laboral.
Said H. descansaba solo en su caravana cuando, en plena lluvia, decidió salir al exterior. A pocos metros de su remolque se extendía el cableado que da suministro eléctrico al resto de roulottes que componen el campamento de los feriantes. Éste, sin embargo, llevaba varios días instalado sin que se hubiera detectado alguna anomalía. La Guardia Civil continuaba ayer con las indagaciones y al mediodía mandos y agentes del Instituto Armado se entrevistaban con los compañeros del fallecido a fin de completar la investigación.