La Audiencia Provincial resolvió ayer con una sentencia de conformidad, en la que se impondrá al acusado una multa de 3.600 euros por exhibicionismo, el caso de un vecino de Vila que se enfrentaba a siete años de prisión como sospechoso de agresión sexual. El acuerdo se adoptó después que las dos menores, cuyo relato ocasionó el procesamiento del acusado, padre de un amigo de las dos niñas, se retractan en el juicio de su historia. Cuando se les preguntó por qué habían exagerado lo sucedido, dijeron que no sabían por qué lo habían hecho.

«Me desabroché el cinturón al llegar a casa. Pero no ocurrió nada. Lo único que sí reconozco es que conduje a las niñas a una habitación para darles un escarmiento por lo que estaban diciendo», explicó el acusado antes de que las dos menores declararan.

Éste relató que el 6 de mayo de 2008 y mientras las dos amigas esperaban su hijo, éstas comenzaron a hablar en su presencia de las supuestas relaciones sexuales que ellas habían mantenido con el chico. Cansado de oírlas supuestamente decidió darles un susto.

Durante de la instrucción de la causa las dos menores señalaron que el acusado las llevó a un dormitorio y allí se bajó los pantalones, mostrándoles los genitales. Una de las adolescentes, pero la otra huyó. La primera afirmó que, tras ello, el hombre le pidió que le tocara el pene y la manoseo, versión que ayer negó.