El empresario de la isla y el colombiano, ayer por la tarde, conducidos a disposición judicial. | Marco Torres

La Guardia Civil detuvo anteanoche al propietario del famoso club de alterne La Tortuga, situado en Talamanca, J.N.P., de 53 años, y a un hombre de nacionalidad colombiana que se encontraba con él en el momento del arresto y a quien se decomisaron 200 gramos de cocaína, informaron ayer fuentes conocedoras del caso. La Guardia Civil acusa a los dos por tráfico de drogas.

Ambos fueron puestos ayer por la tarde a disposición del juzgado de guardia. Las detenciones se practicaron a raíz de un gran decomiso de cocaína en el aeropuerto Madrid, donde la Guardia Civil interceptó un cargamento de catorce kilos de esta sustancia y detuvo a varios sospechosos de nacionalidad colombiana. Los agentes de narcóticos buscaban al colombiano que ayer se detuvo en Eivissa y se descubrió que este hombre está presuntamente relacionado con el dueño del club de alterne. Al parecer, los investigadores han comprobado que el colombiano vivía en el mismo edificio de La Tortuga.

Investigación

Ahora, los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa investigan la relación entre el grupo de colombianos y el propietario del club de alterne. Los agentes del EDOA realizaron anteayer por la noche una entrada y registro en el domicilio del empresario. Al parecer, cuando acudían a la casa, encontraron a los dos sospechosos en el interior de un Mercedes. Allí los detuvieron y encontraron los 200 gramos de cocaína al colombiano.

En el registro que se realizó en la vivienda los agentes hallaron unos 6.000 euros en metálico. La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones.

Denuncia por agresión de una trabajadora de la casa de citas

El Cuerpo Nacional de Policía detuvo en mayo pasado a J.N.P. tras una denuncia presentada por una trabajadora del club de alterne que dijo que el empresario la había agredido y amenazado, ya que ella quería abandonar el local y él no la dejaba. En esa ocasión también se detuvo a una mujer rumana por el mismo motivo. Tras declarar ante el juez de guardia, quedaron en libertad con cargos. Previamente, en mayo, la policía irrumpió en La Tortuga porque dentro había un niño de 13 años, al parecer sobrino del dueño.