Las iniciativas como «Hablemos de Drogas» de la Fundación 'la Caixa' -que esta temporada instaló en Vara de Rey de Vila una carpa en la que se proporcionaba información encaminada a la prevención del consumo- son positivas, pero en realidad son de muy poca utilidad en una isla con veranos tan 'calientes'.

La realidad. Alertar sobre el peligro de consumir drogas está muy bien, pero en un lugar como Eivissa, donde tantos miles de jóvenes tienen muy claro que van a consumir, sirven de muy poco. No se trata de alentar el consumo, pero para abordar cualquier asunto no hay más opción que partir de la realidad. Advertir sobre los peligros de la droga es importante, pero también lo es facilitar información útil a quien se sabe que va a consumir.

Nuevas drogas. Además de los consabidos alcohol y derivados del cáñamo, en Eivissa no sólo se consumen masivamente la cocaína y el éxtasis en sus múltiples formas, sino que, año a año, aparecen nuevas drogas, como la benzilpiperazina (BZP) y la mefedrona (miau-miau). En la carpa de 'la Caixa' habían oído hablar de estas sustancias, pero no tenían información disponible para el público.

Instituciones. Teniendo en cuenta la realidad del verano ibicenco, deberían ser las instituciones insulares las que se preocuparan y tuvieran la amabilidad de facilitar esta información que, hoy por hoy, brilla por su ausencia. ¿Qué son estas drogas, qué efectos producen y cómo afectan a la salud? Sería un detalle por parte del Consell mostrar un poco de sensibilidad por este asunto aunque no dé votos.

Incómodo. Es un asunto incómodo para las instituciones y, de hecho, pese a ser tan grave (narcotráfico, conductores drogados, intoxicaciones, saltos desde el balcón, muertes...), ni desde el Consell d'Eivissa ni desde los ayuntamientos se ha distribuido un triste folleto en el que se advierta de cuáles son las nuevas drogas y en qué consisten. Puesto que en verano se consume tanto, habría que mojarse con el tema.