IBIZA INCENDIO COCINA FIGUERETAS | Marco Torres

Dos hombres muertos y una mujer herida muy grave es el balance trágico de un año de incidentes en hogares a causa de incendios que se saldaron con algo más que daños materiales. Los dos casos más importantes, saldados con fallecidos, el más reciente ocurrido el mes pasado en Formentera, y el acaecido en Sant Antoni en marzo, se debieron a la imprudencia de las víctimas al quedarse dormidos con un cigarrillo en la mano.

Ayer tarde los bomberos intervinieron en es Viver por un incidente en una cocina y hace pocos días, en Santa Eulària, un vecino de la calle Juan Tur i Tur salió envuelto en mantas y toallas tras incendiarse una habitación de su casa por un calefactor que prendió en un colchón.

En poblaciones

Los incendios urbanos ocupan, además, un gran porcentaje del trabajo de los bomberos durante los meses de más frío. Ollas dejadas al fuego por olvido, calefacciones, hornillos, velas no apagadas e, incluso, quemas de incienso han terminados con sustos para los habitantes de muchos domicilio.

El mismo 1 de enero, dos vecinos de Santa Eulària, residentes en la calle San Marino, tuvieron que ser evacuados para ser atendidos de una intoxicación de humo. Ambos lograron salir antes de que el comedor de su vivienda ardiera en llamas sobre las siete de la mañana. El monóxido de carbono, sin embargo, acabó el 5 de marzo con la vida de Antonio Ribas Osa, de 40 años, al prender un cigarro en la ropa de cama y en el colchón en el que descansaba en una casa de la calle Metge Mateu Gasull.

Mejor suerte tuvo el 12 de junio una residente británica de la misma edad vecina del Paseo Marítimo de Santa Eulària. Salió en llamas al balcón y pudo llegar por su propio pie a la calle, donde fue auxiliada. Tras ser atendida médicamente, fue evacuada a Valencia con quemaduras de segundo grado en el 7% de su cuerpo sin que se apreciaran graves lesiones en sus órganos vitales.