La denunciante afirmó en Comisaría que los acusados querían que se prostituyera en este inmueble.

Un matrimonio y un hombre de nacionalidad rumana que fueron detenidos por la policía en abril de 2008 después de que una mujer les acusara de intentar prostituirla en un club de la carretera de Santa Eulària tuvieron que sentarse ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa para jugarse cuatro años de prisión.

La denuncia se interpuso en Comisaría y en ella la afectada, también de nacionalidad rumana, aseguró que había venido a Eivissa engañada y que la persona que la trajo a la Isla, uno de los acusados, la vendió por mil euros, a los otros dos.

Hospedaje

«No puedo decir nada porque yo ni si quiera sé la cara que tiene. No sé a qué viene todo este montaje», dijo en el juicio el entonces responsable del establecimiento donde supuestamente debía trabajar la denunciante.

En similares términos se expresó, su mujer, persona también vinculada al local. Según su declaración, ella se limitó a darle hospedaje durante un día en su propia casa porque una de las chicas le pidió el favor por motivos humanitarios ya que ésta no tenía ningún lugar donde ir.

El último de los tres sospechosos, por su parte, dijo que accedió a ayudarla después de haberla conocido en Madrid pero que en ningún caso pactó con ella alguna cantidad económico o la coaccionó de alguna manera para que entrara en el mundo de la prostitución. El juicio tuvo que repetirse ayer al no haberse podido celebrar en los plazos previstos.

La denunciante no presentó en ninguna de las citaciones que se le realizó, motivo por el que no se pudo escuchar su declaración en la sala de vistas. Ante ello, el fiscal, que mantuvo su acusación al concluir el juicio, pidió a la juez del caso que se dictara una sentencia «ajustada a derecho».