Invitó a dos menores, uno de ellos de 12 años, a ir a su casa, ubicada en la calle Carlos Roman Ferrer, en es Viver, con la promesa de que verían una película pornográfica y que mantendrían relaciones sexuales con mujeres. Los dos niños aceptaron la propuesta y en el verano de 2005 visitaron la vivienda del acusado. Por ello, éste, procesado por un delito de exhibicionismo sexual. fue condenado en el Juzgado de lo Penal 2 de Eivissa pagar una multa de 2.160 euros.

El acusado, un trabajador de la zona de Platja den Bossa de 53 años, fue descubierto cuando el padre de unos de los menores receló de llamadas telefónicas que éste recibió en las que, al parecer, se acosaba al hijo con conversaciones de contenido sexual y enseñándole pornografía.