El presidente del Govern en funciones, Francesc Antich, ha calificado de «desastre ambiental brutal» el incendio que ha arrasado al menos 2.000 hectáreas de pinar y masa forestal en Eivissa, en el municipio de Sant Joan de Llabritja, si bien ha asegurado que «se está haciendo todo lo posible» para frenar la propagación del fuego, algo muy complicado debido al rápido avance de las llamas atizadas por el viento.

En declaraciones a la prensa en Eivissa, Antich ha lamentado que el incendio haya arrasado una extensión importante de paraje natural, «una de las riquezas más grandes de esta tierra».

Antich ha explicado que el operativo de emergencias ha trazado una «estrategia» de actuación para que el incendio «no trascienda a otras masas forestales», y para ello, los medios humanos y 200 efectivos de la UME están creando cortafuegos en varios puntos. Antich ha puntualizado que el perímetro afectado es «muy grande», y se necesita «mucha fuerza» para luchar contra las llamas.

Según ha apuntado, se están empleado numerosos medios aéreos -ocho aviones y ocho helicópteros según ha informado desde la Conselleria de Medio Ambiente a Europa Press-. Así, el presidente en funciones ha subrayado que, por el momento, es imposible de predecir cuándo podría darse por controlado el incendio, y ha explicado que la principal «preocupación» del operativo es la propagación del fuego si el viento sopla con más fuerza.

Precisamente, desde la Conselleria de Medio Ambiente han lamentado que las condiciones meteorológicas no sean «nada favorables» dado que desde ayer la isla de Ibiza experimenta un fuerte calor, viento del sureste y bajos índices de humedad, lo que ha provocado que el incendio haya recorrido ya «un total de seis kilómetros de largo», llegando incluso al mar, concretamente, entre Portinatx y cala Sant Vicent.

De este modo, han indicado que no hay previsión que se vaya a controlar el incendio en las próximas horas. Hasta ahora, las llamas han obligado a desalojar a 250 vecinos de las zonas afectadas, así como a 140 niños del Colegio Público de Sant Joan de Llabritja, así como el Hotel Paradisus, donde se alojaban 700 turistas que han sido realojados en otro establecimiento. En este caso, el desalojo se ha producido como medida de precaución y no por instrucción del Govern.

En este sentido, Antich ha explicado que se está contemplando la posibilidad de que lleguen a las islas más efectivos, y ha destacado que hay focos del incendio donde los trabajos están resultando más «efectivos» y otros donde «no lo son tanto».

Desde la Conselleria de Interior han confirmado a Europa Press que finalmente el hotel 'Paradise', de Portinatx, donde se había alojadas 700 personas, ha sido desalojado. El delegado del Gobierno, Ramon Socías, en declaraciones a Eruopa Press también ha expresado su preocupación por que las llamas arrasen más masa forestal debido a la fuerza del viento.

Socías ha señalado que el incendio está afectando a un frente de fuego de «cuatro kilómetros», lo que ha obligado a desalojar unas 80 viviendas.

Los recursos aéreos movilizados hasta el momento incluyen 8 aviones (5 canadair), 8 helicópteros, una gavina y 2 aviones air-tractor.