La Audiencia Provincial tiene previsto juzgar hoy en Eivissa por blanqueo de capitales a un residente argentino que en cuatro años amasó en la Isla una fortuna en bienes inmuebles y todo tipo de lujos con la ayuda de cinco sociedades en donde supuestamente se limpiaba el dinero procedente de la droga. En su principal cuenta, localizada en Andorra, se hallaron más de tres millones y medio de euros.
Diego Emiliano Corzo, quien se enfrenta a diez años de cárcel, fue detenido por la policía, en el marco de una gran operación internacional antidroga contra los negocios de la mafia calabresa, la Ndrangheta.
Laboratorio
Corzo y su familia, su mujer y su ex suegra, llevaba afincados en Eivissa en 2005 cuatro años. Según la investigación policial, él era el responsable en Argentina de ingentes cantidades de cocaína que en su mayor parte tenían como destino final Italia, lugar donde en 2007 fue condenado a seis años de cárcel por narcotráfico.
La policía encontró en uno de sus locales, en el edificio Marítimo, lo que se consideró un importante laboratorio de preparación de cocaína. Se cree que la mayor parte de la droga salía en camiones y coches preparados para Trento pero otra parte se quedaba en la Isla, en otra área de negocio por el que se apresó también a un residente milanés. Los investigadores indicaron entonces que dicho laboratorio llevaba funcionando año y medio.
Durante este tiempo Diego Emiliano Corzo creó, o lo hizo presuntamente bajo su amparo, las sociedades Paudi Ibiza, Argibiza, Cas Corredor, Ibiza Isla Pirata e Inmoversión, ésta última con sede en Barcelona.
La familia de Corzo (el fiscal pide seis y cuatro años y medio respectivamente para su exmujer y exsuegra) obtuvo durante este tiempo al menos siete casas y dos terrenos. Las propiedades inmobiliarias se repartían entre Roca Llisa y las zonas de lujo de Vila sobre todo. Tampoco escatimaron en vehículos. El escrito fiscal recoge la existencia de siete vehículos de alta gama entre los que figuraban marcas de Ferrari y Porsche.
Los Corzo también navegaban, o al menos tenían infraestructura para ello: un amarre en Marina Botafoch y tres embarcaciones, una de ellas valorada en 300.000 euros.
Una gran colección de relojes y el anillo diseñado por Brad Pitt
Su alto tren de vida se completaba con su lujo en el vestir. La policía se incautó de una docena de relojes de alta gama, casi todos de la marca Rolex. Entre ellos figuraban los modelos Explorer, Submariner, Acero y Daytona, pero también había un Bulgari de 19.000 euros. Su colección de joyas se completaba también con un anillo Damiani, codiseñado por Damián y Brad Pitt, una pieza con doble círculo con diamantes y brazalete de oro blanco. Su precio, 1.250 euros.
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