La policía investigó en el interior del ordenador personal de Julián Calderón.

El exsecretario general de los socialistas de Sant Antoni y también exconcejal socialista Julián Calderón no tendrá que sentarse en un banquillo para comparecer en una vista oral por la denuncia que en agosto de 2010 le costó su carrera política. Eso sí, tendrá que pagar una multa de 5.400 euros después de que ayer decidiera acabar poner fin a un proceso que se inició después de que un particular denunciara ante la policía de que el expolítico guardaba pornografía infantil en su ordenador personal.

Julián Calderón, que el martes, en su primera comparecencia en el juzgado por esta caso, se acogió a su derecho a guardar silencia, evitó tener que acudir a una vista oral, con audiencia pública, después de que ayer se llegara a un acuerdo judicial y se aviniera a una sentencia de conformidad en la que no sólo reconocía haber incurrido en un delito de tenencia de pornografía infantil sino que también se comprometía a pagar una multa de 15 euros diarios durante un año.

El exconcejal, que en su día emitió un comunicado en el que aseguraba «poder aclarar su inocencia ante la justicia y ante la opinión pública» acudió ayer con su abogada al Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, lugar donde firmó una sentencia que ya es firme.

La decisión de suscribir este acuerdo la adoptó Calderón después de que conociera que el juez Santiago Pinsach, máximo responsable del citado juzgado, tenía ya en su poder el informe realizado por la Brigada de Investigación Tecnológica con el examen del disco duro de su ordenador, entregado voluntariamente por él mismo a la policía cuando agentes de Comisaría le comunicaron que existía una delicada denuncia contra él.

Dicho informe ha confirmado que el ordenador de Julián Calderón contenía varios archivos de contenido pedófilo (todos ellos con adolescentes) y que algunos de éstos figuraban como abiertos.

El acusado señaló durante sus primeras declaraciones que todo había sido un error y que estos documentos procedían de unas descargas que realizó hace seis años con un paquete de películas y que él mismo fue el primer sorprendido cuando vio alguno de ellos.

Seis años

Sin embargo su, «error «(siempre según esta versión) es que no sólo no los borró ni comunicó la existencia de ellos a la policía, sino que, además, los mantuvo en el disco duro durante todo este tiempo.

En estas mismas declaraciones, que el martes no quiso ratificar, al guardar silencio para evitar, asimismo, tener que responder a las preguntas que se le hicieran, indicó que, por descuido, incluso, había olvida la existencia de tan comprometedores archivos. Un día después de trascender su interrogatorio en la Comisaría de Policía de Eivissa presentó renuncia de sus cargos políticos con la promesa de aclararlo todo.