Los especialistas del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Eivissa no han informado acerca de ningún avance en la investigación del caso del hombre que, en venganza por haber sido expulsado, disparó contra dos porteros de la discoteca Pacha, uno de los cuales resultó con heridas de carácter leve por las que tuvo que ser atendido en el Centre de Salut de Vila.
Los hechos se produjeron a primera hora de la mañana del 5 de septiembre. Un mes y medio después nada se sabe de aquel hombre salvo que era de nacionalidad serbia y que huyó en un vehículo a toda velocidad. Ocurrió en la parte trasera de la discoteca. El serbio acudió al local con una mujer y estuvo en el privado, por lo que es muy probable que los responsables le pidieran una tarjeta de crédito como aval.
El hombre causó algún tipo de altercado, motivo por el que fue expulsado de la discoteca por los miembros del equipo de seguridad, que, al parecer, tuvieron que emplear la fuerza.
Una vez en la parte trasera del local, el serbio, que se expresaba en castellano, preguntó a un miembro del equipo de seguridad si trabajaba para la discoteca. En ese momento llegó otro portero del local y el serbio agarró una pistola del calibre nueve milímetros parabéllum y les ordenó que bailaran a la vez que disparó dos veces contra ellos. Ambos disparos dieron en el suelo, pero una de las balas hirió en un gemelo a uno de los porteros, ya fuera porque el proyectil le rozó o porque algo salió despedido por efecto del disparo y le golpeó. Fue atendido en el Centre de Salut de Vila, confirmaron desde el Ib-Salut, pero, sorprendentemente, por algún motivo el caso no fue judicializado.
El serbio huyó (unas versiones hablan de un todoterreno Jeep Cherokee y otras de un deportivo BMW). Uno de los porteros alcanzó a golpear con un casco de moto el cristal trasero del vehículo y lo rompió.