Un joven francés tuvo que sentarse ayer en el banquillo para enfrentarse a una pena de dos años de cárcel después de que supuestamente hubiera protagonizado un altercado con la policía tras estacionar su coche en una zona de la Marina reservada para coches patrulla en un suceso ocurrido el 12 de junio de 2009.

Según los agentes que lo redujeron, estuvieron durante media hora pidiendo que saliera del vehículo, obligando a ser necesario la fuerza para sacarlo.

El acusado, a su vez, dijo que pidió perdón y estuvo dispuesto a pagar una multa pero que fue esposado dentro del coche y sacado a la fuerza.