El oleaje había remitido ayer por completo y se aprovechó para recoger los enseres de la embarcación varada. | Guillermo Romaní

La embarcación Royal Enterprise, un yate de 32 metros de eslora que el martes acabó sobre las rocas en la zona de ses Bassetes en es Racó de s'Oli, a pocos metros y por fuera de la bocana de s'Estany des Peix de Formentera, seguía ayer en una situación problemática. Pero los trabajos de recuperación no se llevaron a cabo ayer por cuestiones burocráticas, así como económicas entre el armador y la compañía de seguros pese a que desde el Consell de Formentera se urgió a que se sacara la embarcación ante las previsiones de inclemencias meteorológicas en los próximos días.

El propietario es un ciudadano suizo y aparentemente en Internet la embarcación está a la venta por 3,9 millones de euros.

La escora sobre el costado de babor se había agudizado respecto a los 20º que presentaba el martes, pero la absoluta calma del mar no parecía cuestionar por el momento su estabilidad. Además y tal como informaron desde el servicio de emergencias, no había ninguna fuga de combustible, la embarcación estaba sellada y además se mantenían las barreras de contención en la bocana de s'Estany des Peix para que una nueva contingencia no propiciara la entrada de vertidos de carburante o líquidos de la embarcación en el caso de un nuevo temporal o por efecto de los trabajos de reflotamiento previstos. Pero, según señalaban desde el Consell, «se ha perdido un día sumamente valioso para sacar el barco, un día de calma total y ya se verá que sucede a partir de mañana (hoy para el lector) ya que las previsiones del tiempo no son nada favorables».