Francisco y Josefa, que viven el en tercero, ya pudieron regresar a su casa, a pesar del olor a humo y al humedad.

Una vecina del inmueble en el que el sábado por la tarde murió María Victoria P.A. a consecuencia de un incendio por el que fue detenido su compañero de piso dijo ayer que este hombre, de unos 20 años de edad, ya «había amenazado de muerte» a la mujer. En el piso, una cuarta planta del número 2 de la calle Agapito Llobet, vivían la fallecida, el presunto autor del fuego, que confesó a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, y otra persona que no se encontraba en la vivienda cuando se produjo el incendio. Otra vecina dijo que María Victoria P.A., que al parecer tenía una hija de 13 años de edad que no convivía con ella, había «recogido de la calle» al sospechoso y que se comportaba con él «como si fuera su madre». Hacía poco tiempo que estas tres personas vivían en el piso, señaló otro vecino.
El incendio se declaró sobre las cuatro de la tarde. Una vez que los bomberos del Consell d'Eivissa ya habían sofocado las llamas, agentes del Cuerpo Nacional de Policía vieron al sospechoso tras el cordón policial. Al parecer, este joven tiene mermada su capacidad intelectual y cuenta con antecedentes policiales, por lo que los agentes le presionaron, señalaron ayer fuentes conocedoras del caso. El joven les dijo que él había provocado el incendio y que dentro de la casa había una mujer. Los bomberos regresaron a la casa y encontraron a la mujer tumbada en el sofá. Tenía gripe y en el momento del incendio estaba dormida.
Una vez en la calle, el personal del Ib-Salut intentó reanimar a la mujer, que tenía 43 años de edad, pero no se pudo hacer nada por salvarle la vida. Al parecer, la mujer se encontraba en una habitación y el joven, presuntamente, prendió fuego en la sala, para lo que habría empleado un trapo que habría colocado debajo de un mueble, tal vez un sofá.
Por otra parte, ayer por la mañana se reestableció el servicio de electricidad y agua en el edificio, por lo que los vecinos pudieron regresar a sus casas. Algunos durmieron en casas de amigos o familiares y otros fueron realojados, a cuenta del Ayuntamiento de Vila, en Apartamentos El Puerto, como Francisco y Josefa, que viven en la tercera planta, o María, que está embarazada de 27 semanas y vive en el sexto. «No es cierto que nos desalojaran», criticó ayer esta mujer, «sino que yo tuve que esperar a que apagaran el fuego para salir del edificio».