Golpes para todos y el hombre en el banquillo acusado de maltrato. El fiscal, sin embargo, pidió su absolución después de valorar que dicha persona resultó herida como consecuencia de un posible cabezazo propinado por su expareja tras una fuerte discusión entre ambos en la que no hubo superioridad de ninguno de los dos contendientes. La acusación particular, por su parte, sí entendió que hubo una agresión intencionada y reclamó una condena de 6 meses de cárcel.

Éste fue el resultado de la vista oral que se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número de 1 de Eivissa y que se refieren a unos hechos ocurridos en el edificio Tanit de Sant Antoni hace una semana cuando la denunciante y el acusado coincidieron.

A golpes

Supuestamente el hombre propinó un bofetón en la cara a la mujer y ésta, según sus palabras, golpeó con la cabeza a la de su exnovio al zafarse del ataque, acción por el que el sospechoso sufrió un chichón.

Según los datos recogidos por este periódico, el suceso no está exento de elementos más propios de un culebrón. El acusado afirma que se siente acosado por su expareja, persona de origen sudamericano que supuestamente buscaba un piso para montar una casa de citas. Ésta, por su parte, considera que lo único que ocurre es que su excompañero ha teminado buscando una venganza después de estar continuamente insultádola y llamándola ‘puta', mezclando, incluso, a un hijo suyo de unos 18 años. Para hacerlo todo más surrealista bastan las palabras con las que el acusado concluyó la vista oral haciendo uso del derecho al último turno: «Esto me está haciendo mucho daño, y perjundicando a su hijo. Es un joven fabuloso cuyo único hobby es la Biblia».

Un testigo, instantes antes, declaró ante la juez Clara Ramírez de Arellano que una conocida suya tuvo que acoger en su casa al acusado después del suceso y después de que previamente éste hubiera dicho que tenía miedo de una mujer que le estaba buscando un problema.