Dos puñaladas por la espalda. De esa forma murió el hombre cuyo cadáver encontró el perro de unos excursionistas el pasado domingo a mediodía y que todo indica que se trata del italiano Lorenzo Sarti, informaron ayer fuentes de la investigación.
Aunque el resultado del análisis del material genético que se extrajo anteayer en la autopsia que se realizó en Eivissa y que fue enviado a Madrid puede tardar meses, los investigadores sospechan que el fallecido es este hombre, ya que en el cuerpo se han encontrado rastros de tatuajes justo en las zonas en las que Sarti los tenía.
No obstante, los agentes de la Policía Judicial de Eivissa que llevan la investigación no pueden descartar otras hipótesis mientras no se haya contrastado el ADN extraído del cadáver. En cualquier caso, la incógnita perdura y, de hecho, los familiares del italiano no han sido citados para reconocer los restos.
La segunda hipótesis apunta al párroco de la localidad cántabra de Ampuero, Adolfo Linares, cuya desaparición fue denunciada en julio. El resto de las personas de cuya desaparición se tiene constancia en Eivissa quedan descartadas porque la autopsia ha determinado que esta persona llevaba muerta «varios meses». En cualquier caso, tampoco se descarta que el cadáver corresponda con el de un hombre cuya desaparición no haya sido denunciada.

Huesos sueltos
El cuerpo fue encontrado en un torrente de la zona de sa Font d'es Verger. Los excursionistas vieron que su perro llevaba un pie en la boca y después vieron las bolsas. Eran dos. Al parecer una de ellas cubría los restos de la parte superior del cuerpo y la otra la parte de abajo. Algunos huesos estaban sueltos y apenas quedaba tejido adherido a ellos. Tampoco había ropa.
No está muy claro si el cuerpo fue troceado o si lo desmembraron los perros que hubiera por la zona. Al parecer, algunos huesos sí estaban claramente roídos por animales.
El cuerpo fue enterrado de forma somera y las fuertes lluvias de la semana pasada lo movieron hasta el torrente de sa Font d'es Verger donde lo encontró el perro de los excursionistas. Esto dio pie a pensar que tal vez los autores del crimen querían que tarde o temprano el cuerpo fuera encontrado.
Aunque aún es muy pronto para establecer hipótesis sobre el móvil del crimen, este y otros detalles aún no revelados por los investigadores hicieron pensar que podría tratarse de un ajuste cuentas motivado, posiblemente, por el tráfico de drogas.

Negocios inmobiliarios y coches
El italiano Lorenzo Sarti, de 37 años de edad, cuya familia denunció su desaparición a mediados de septiembre, residía en Cala Jondal. Según se dijo entonces, se dedicaba al negocio inmobiliario y a los vehículos de lujo en Eivissa. Su familia dijo desde el primer momento que sospechaba que había sido secuestrado. Fuentes conocedoras de la investigación explicaron, además, que Sarti había sido amenazado y había recibido intentos de extorsión. En cualquier caso, sobre la investigación se ha decretado el secreto del sumario, por lo que desconoce el punto en el que se encuentra la investigación.