Arriba el letrado Max Turiel muestra una foto del príncipe cuando estaba obeso, tal y como lo describe la denunciante. En la imagen de la derecha, la joven con su otro abogado, Javier Beloqui, llega al juzgado. Su madre va detrás.

La joven de 23 años de edad que acusa al príncipe de Arabia Saudí de Alwaleed bin Talal bin Abdulaziz Alsaud de haberla violado en el verano de 2008 en Eivissa en el gran yate Turama declaró ayer en calidad de víctima y testigo ante la juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, Carmen Martín, a petición de la fiscalía.
Tras la declaración, los abogados de la modelo, una joven de origen hispanoalemán que emplea el seudónimo de Soraya con el fin de mantenerse en el anonimato dentro de lo posible, señalaron que se ratificó en la denuncia que interpuso en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía después de la supuesta violación y en el relato que ofreció tiempo después ante el entonces juez de Instrucción 3, Pablo Mendoza.
La joven acudió al juzgado acompañada por su madre, que ha adoptado el seudónimo de Susana, y sus abogados, Max Turiel y Javier Beloqui. Con el fin de no ser fotografiada, la joven se tocó con una gran pamela bajo la que ocultó el rostro. La madre de la denunciante sí realizó declaraciones a la prensa, al igual que sus abogados, que fueron muy duros en sus críticas hacia la Fiscalía, a la que acusan de no haber propiciado una investigación sobre el caso, de tratar a la denunciante como si fuera la acusada y de no entregarles la declaración que ella hizo en Alemania, ya que en este país, con posterioridad, también presentó una denuncia contra el príncipe árabe.

Descripción
Según los letrados, en la declaración de ayer, que calificaron de «interrogatorio», la Fiscalía disponía de una traducción del relato que hizo la joven a los fiscales alemanes. Al parecer, los fiscales alemanes destacaron que la denunciante hizo una descripción sobre la edad y el aspecto físico de su violador que no coincide con la realidad. Al respecto, los abogados señalaron que, aunque ahora esté delgado, en agosto de 2008 el príncipe estaba gordo, tal y como dijo la denunciante.
«España pretende ser un país avanzado en protección de la mujer (...) y en este caso vemos cómo la Fiscalía está al servicio del Gobierno y los culpables de lo que está pasando con este caso son los fiscales, no los jueces (...); por eso decimos que este país es Espanistán y que no tenemos ninguna confianza en la Justicia», dijo Turiel, que no pudo estar presente en la declaración porque, según dijo, la juez se lo impidió. En el mismo sentido se pronunció Beloqui: «No entendemos que la Fiscalía no haya investigado quién estaba en el barco y en la Isla [cuando se produjo la supuesta violación]; han tenido tres años y cuatro meses y no han hecho nada; queremos pensar que no hay ninguna presión económica o financiera».
Regalo sexual
En su denuncia, la joven dice que sospecha que fue una especie de regalo sexual para el príncipe, al que unos días antes habría rechazado. Dice que dos chicas árabes la drogaron poniendo algo en su copa y que la condujeron al Turama. Allí, cuando se despertó, asegura que tenía un hombre encima que abusó de ella. En diciembre de 2008 entregó a la policía un video que se emitió por televisión en el aparecía Bin Talal, a quien señaló como su violador.

«Su Alteza Real estaba en Francia»
El príncipe, considerado como una de las 20 personas más ricas del mundo, siempre ha sostenido que no se encontraba en Eivissa cuando la joven dice que la violó y aportó al menos una foto que, supuestamente, demostraron que estaba en Cannes. Acerca de esta foto, uno de los abogados de la joven aseguró que estaba manipulada. «Además», añadió el letrado, «en Cannes hay aeropuerto y en Eivissa también y se tardan solo 50 minutos». Ayer, desde la firma de abogados española que asesora al príncipe, su socio Senior Horacio Oliva señaló que «[Bin Talal] no ha estado en Eivissa en más de una década y que nunca ha alquilado ni ha estado a bordo del yate Turama, como demuestran los registros del yate». «En agosto de 2008 Su Alteza Real estaba en Francia con su esposa, hijos y nietos y en presencia de decenas de personas, como confirman su pasaporte, registros de teléfono móvil, recibos de hotel y restaurante, registros de barcos, fotografías, vídeos, testimonios y declaraciones escritas de múltiples personas, incluidos los gerentes de los restaurantes, los guardias de seguridad, los conductores y amigos que le acompañaban», añadieron.
También destacaron desde el gabinete Oliva-Ayala que «la actuación de la Fiscalía de Eivissa y de la juez instructora es la apropiada al examinar a fondo una denuncia que es falsa, sin fundamento y en constante cambio según la presunta víctima, su madre y sus abogados».
«Las múltiples inconsistencias carecen incluso de un solo testigo que corrobore la historia o una sola prueba que tenga que ver con Su Alteza Real», destacaron. «La denunciante, su madre y sus abogados han intentado denunciar también recientemente en Alemania», recordaron, «con una versión completamente diferente, igualmente falsa, y las autoridades alemanas, después de haberla revisado, archivaron la denuncia por inconsistente y sin apoyo alguno». «Estamos seguros», dicen los letrados, «que la Justicia española va a aclarar todo este asunto, archivar la causa respecto de Su Alteza Real y tomar las medidas apropiadas contra aquellos que han tratado de abusar del sistema».

Las preguntas para el jeque
La joven acudió ayer al juzgado a petición de la Fiscalía. Cuando la juez remita la declaración a los fiscales, estos formularán las preguntas que se remitirán, una vez traducidas, al príncipe saudí a través de una comisión rogatoria para que las conteste en calidad de imputado por un supuesto delito de abusos o agresión sexual, según se considere. El juez Pablo Mendoza ya remitió en mayo de 2009 a Arabia Saudí, por comisión rogatoria, las preguntas para el príncipe, pero once meses después, en abril de 2010, fueron devueltas a España por Ryad alegando que la fotos del aristócrata no estaban claras.

«Que entregue su ADN y se verá si no fue él»
Cuando la joven terminó de declarar, su madre se puso frente a los micrófonos. Dijo que su hija ha sufrido mucho, que ya no es la misma desde que, supuestamente, fue violada, que tiene crisis periódicas de ansiedad y que no pudo dormir antes de acudir ayer al Juzgado. En cuanto al príncipe, señaló: «Que entregue su ADN y así se verá si no fue él».