Los bomberos del Parque Insular y del Ibanat, apoyados por unidades Protección Civil y de la Guardia Civil, sofocaron un incendio que se declaró ayer en sa Cala y que, tras tres horas de trabajos de extinción, calcinó una extensión próxima a los mil metros cuadrados de pinar y matorral.
Los servicios contraincendios contaron con la ayuda de una retroexcavadora que abrió camino en los pasos más estrechos y difíciles a los camiones para que pudieran acceder hasta las zonas de intervención.
El fuego, que se inició por causas que se desconocen poco antes de las tres y media de la tarde, se desarrolló en Can Mayans, en la venda de Cas Negre, un paraje al que se llega por una carretera posterior a la iglesia.
Las labores de extinción se vieron dificultadas por lo abrupto del terreno, colindante con los acantilados, obligando a los bomberos a abrirse paso entre lugares de complicada orografía.
Los bomberos del Parque Insular de Eivissa pudieron regresar a su base de la carretera de Sant Antoni. Un retén se mantuvo durante las horas siguientes para verificar y evitar que nuevos rescoldos que pudieran existir reactivaran el incendio.