Partieron mesas, arrancaron un lavabo, rompieron todas las camas, destrozaron lámparas y rajaron los colchones. Ocurrió el verano pasado en dos habitaciones del Hotel Club Marítimo de Port d'es Torrent. Los daños causados en las dos habitaciones, la 3004 y la 3102, alcanzaron los 3.140 euros.

Ninguno de los tres británicos que fueron detenidos y juzgados por ello tendrán que pagarlo, al menos por la vía penal. La juez que resolvió este caso ha dictado una sentencia absolutoria ante la imposibilidad de saber con exactitud quien los ocasionó. Todo ello porque los tres acusados formaban parte de un grupo de turistas que había contratado un total de cuatro habitaciones. Uno fue sorprendido durmiendo en una de las habitaciones y el resto fue atrapado en el aeropuerto cuando se disponían a regresar a casa.

Durante la investigación y la vista oral, se dilucidó que sólo una persona había hecho la reserva que el grupo, una vez en el hotel, se había distribuido como ellos querían el alojamiento.

«A la vista de lo expuesto, no puede imputarse a estos concretos acusados la autoría de los daños causados, por cuanto se desconoce si los daños los causaron todos o uno de ellos, o varios, y se desconoce qué habitación ocupaban cada uno de ellos por al menos, indiciariamente imputarles un delito de daños», explica la juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa y responsable de la sentencia.

Los tres acusados que tuvieron que responder de estos hechos ocurridos el 16 de julio, también han quedado exonerados de hacer frente a una multa de 2.400 euros, sanción económica que pedía para ellos el fiscal en caso de que hubieran sido condenados. Ninguno de ellos, sin embargo, estuvo presente en el juicio el día que se celebró, más de una semana después de que todos ellos hubieran regresado a Inglaterra.