El robo se produjo en la noche del sábado en la iglesia mientras el párroco estaba durmiendo.

«Ocurrió el sábado por la noche y la verdad es que yo no escuché nada», explica Juan Fernández, párroco de la iglesia de Jesús. Los ladrones -en caso de que fueran más de una persona- forzaron dos cerraduras para entrar en el interior de la iglesia. De hecho, las arrancaron y se las llevaron consigo.
Ocurrió el sábado por la noche y cuando el domingo por la mañana el párroco bajó a la iglesia vio los desperfectos. No se llevaron mucho dinero, aunque era todo el que había, unos 800 euros en total, además de varias crismeras, que son los recipientes de plata en los que se guardan los óleos sagrados. Pero «lo peor es la sensación de inseguridad de que te roben en tu propia casa, en palabras de Fernández.

En los cepillos
Los ladrones entraron en la sacristía y removieron todo lo que vieron hasta que encontraron un montón de huchas. Se trataba de las huchas con las que los catequistas llevaban varias semanas recopilando dinero para los más necesitados. «Es difícil decir cuánto dinero había», estimó el religioso, «pero yo calculo que en total -entre el dinero de las huchas y el de los cepillos- serán unos 800 euros».
Ahora, en la parroquia, han cambiado las cerraduras y están pensando en instalar una alarma, ya que la iglesia de Jesús alberga un valioso retablo del siglo XV.

De Santa Cruz se llevaron un órgano de 1.400 euros, una escultura y el misal

A lo largo de enero 2011 se registraron varios robos en la iglesia de Santa Cruz de Vila, de forma que sus responsables optaron por cerrar las puertas del edificio a mediodía, momento en el que se producían los robos. Esta iglesia era la única que quedaba en Vila abierta a lo largo de todo el día. En uno de estos robos se llevaron un «órgano litúrgico» de 1.400 euros, una escultura de Niño Jesús de gran tamaño, varias figuras del Belén y un misal.