Durante la noche trabajaron en las labores de extinción los bomberos, Salvamento Marítimo, la Policía Local de Vila y voluntarios de Protección Civil. | NILS HENRIK

El yate de lujo Nereida, de 29,40 metros de eslora y 6,15 de eslora, quedó irrecuperable. El fuego lo destruyó por completo anteanoche, lo que obligó a los bomberos del Consell d’Eivissa y a Salvamento Marítimo a emplearse a fondo durante prácticamente diez horas, si bien nadie resultó herido. No obstante, tres personas tuvierob que ser atendidas por inhalación de humo. Dos de ellas fueron atendidas en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, sin que fuera necesario su ingreso. Otra persona fue atendida ‘in situ’ por el equipo de una ambulancia. En cualquier caso, nadie tuvo que ser hospitalizado, destacó el gerente del puerto deportivo, Daniel Marí.

La alarma saltó sobre las dos de la madrugada. El Nereida estaba amarrado en Marina Nueva, muy cerca de la zona en la que hay varios locales de ocio. El fuego comenzó en el área de popa, en la sala de máquinas. Había dos personas a bordo que, en ese momento, abandonaron el barco. Se cree que el origen pudo ser un cortocircuito ocasionado en el sistema de aire acondicionado. Cuando la fibra del barco comenzó a arder, el humo que generó obligó, por precaución, a evacuar los locales de alrededor. También fueron retirados rápidamente los barcos que se encontraban amarrados junto al Nereida, de forma que ningún otro yate se vio afectado por el fuego.

Al lugar del incendio llegaron, además de los bomberos, las dos lanchas con las que cuenta Salvamento Marítimo en la Isla, al Salvamar Markab y la Marta Mata, desde donde los especialistas estuvieron lanzado agua con cañones durante toda la operación de extinción.

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Tal y como suele ocurrir en incendios de este tipo, las autoridades del puerto deportivo tomaron la decisión de hundir el Nereida para poder apagarlo. Se hundió por popa, de forma que la proa quedó emergida. Los bomberos lo hundieron lanzando agua al interior del yate. El incendio se dio por extinguido sobre las ocho de la mañana, si bien los bomberos, junto con voluntarios de Protección Civil, permanecieron en el lugar hasta pasado el mediodía.

Los responsables de Marina Ibiza instalaron barreras de contención de vertidos y también emplearon químicos especiales para disolver el carburante y los aceites del motor.

Ayer, a lo largo de buena parte de la mañana y también por la tarde, los buzos de una empresa especializada estaban preparando los restos de la nave para poder reflotarlo y remolcarlos hasta un punto seguro.