Jaume Ferrer, presidente del Consell de Formentera, en su despacho en una imagen de archivo. | Guillermo Romaní

El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, quiso ayer pedir disculpas a los agentes de la Guardia Civil que el sábado pasado denunciaron a los responsables de un bar que, presuntamente, expedía bebidas alcohólicas en el campo de fútbol de la Isla y a los que se dirigió, según la Benemérita en «tono despectivo, altivo y desafiante».

«Si ahí me equivoqué, seré el primero en pedir disculpas», señaló en dos ocasiones el presidente ayer por la tarde. Según un informe interno de la Guardia Civil, el presidente de Formentera formuló expresiones del tipo «siempre estáis aquí molestando con lo mismo, yo he estado en Eivissa y en Mallorca y allí se puede beber alcohol sin problemas, esto es cosa mía, que para eso soy el presidente del Consell».

«No era mi intención ofender», dijo ayer Ferrer. «Evidentemente, no quiero meterme en follones, ni voy a estar en contra de que los agentes de la autoridad apliquen la ley», señaló el presidente, que se mostró «sorprendido por todo el tema del informe [de la Guardia Civil]». En cuanto al tono empleado, «la Guardia Civil hablaba serio, y yo también, porque ese es mi talante».

No obstante, Ferrer dijo que, aunque es cierto que llegó a retar a los agentes para que le detuvieran y le pusieran los grilletes, lo hizo en un contexto que, a su entender, es diferente al expresado por la Guardia Civil en su informe.

«Estaba hablando con unos compañeros en el bar, vino la pareja de la Guardia Civil y pidieron explicaciones a los camareros», recordó el presidente. «Yo sé que la ley lo prohibe [vender alcohol en los campos de fútbol] y sin menospreciar el trabajo [de los agentes] dije que la ley se debería aplicar de manera uniforme», señaló Ferrer. «Ellos me preguntaron quién era y se lo dije; se fueron y ahí quedó todo», añadió. «Pero después volvieron y me pidieron el DNI tres veces y les tuve que decir que no lo tenía encima, así que, ante la insistencia, fue cuando les dije: ‘lo único que pueden hacer ustedes es detenerme’, pero a nivel de comentario», explicó el presidente de Formentera.

Los agentes, por su parte, lo explican de otra forma: «¡Tú no eres nadie para pedirme a mí los datos y no te los pienso dar, yo soy una autoridad en Formentera y tu obligación es saber quién soy yo, mis datos están a disposición de la Guardia Civil (...) si quieres que te dé mis datos, dame tú los tuyos primero».

Director insular

«Además», continúa el relato de los agentes, «¿vosotros por qué venís aquí? ¡Venga! ¡Atreveos a denunciarme, denúnciame, denúnciame, ponme los grilletes, que vea todo el mundo cómo me detenéis y me lleváis al cuartel!».

Ayer Ferrer valoró lo ocurrido: «El comentario que tal vez me debería haber ahorrado es el de que en todos los sitios fuera igual [la aplicación de la norma que prohibe la venta de alcohol, la Ley Estatal del Deporte 10/1990]».

En este sentido, el presidente llamó al director insular, Rafael García Vila, el mismo sábado por la tarde para pedirle que la aplicación de ley se haga de manera «uniforme», es decir, que también en las otras islas se vigile la posible venta de alcohol en los campos de fútbol. Ayer, Ferrer dijo que esta norma le parece correcta. «Estoy totalmente de acuerdo como deportista que he sido», manifestó.