Un hombre declara en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, donde se optó por trabajar con mascarillas por precaución tras declarar otro acusado que padecía tuberculosis.

El juez de guardia envió ayer a prisión con carácter provisional a un joven de nacionalidad rumana que está acusado de rociar con alcohol a su pareja y después darle fuego, lo que ocasionó a la mujer quemaduras de segundo grado en el 12 por ciento de su cuerpo, informaron ayer fuentes judiciales y médicas. El hombre, de tan solo 20 años de edad, A.C., está acusado de la comisión de un delito de lesiones y de otro de amenazas, y su caso fue visto ayer por la mañana en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer. Por la presunta comisión de ambos delitos el ministerio público reclama una pena de tres años y medio de cárcel. La acusación por amenazas deriva de la declaración de la mujer, que manifestó que él dijo que en Rumanía la quemaría a ella y a su casa.

Los hechos ocurrieron en un domicilio de Sant Antoni el día 18 de este mes. Al parecer, la pareja discutió porque él quería mantener relaciones sexuales y ella no, una situación que se habría repetido en otras ocasiones. Por este motivo, siempre según el relato ofrecido por la denunciante, de 24 años y también de nacionalidad rumana, él la habría rociado con alcohol y después le habría dado fuego a la vez qué decía: «A ver qué pasa».

Por cierto, cuando el sospechoso de quemar a su pareja dijo ayer por la mañana en el juzgado que padecía tuberculosis se dispararon las alarmas. Había estado hablando con numerosas personas, desde su abogada a los funcionarios de los juzgados, y permaneció varias horas en el calabozo junto con, al menos, otros dos hombres. A partir de ese momento, desde la Clínica Forense, ubicada en el edificio judicial, se comenzaron a distribuir mascarillas que emplearon agentes de policía y funcionarios judiciales.