José Manuel Navas, en su despacho el pasado viernes en el transcurso de esta entrevista.

—Nueva etapa en la Policía Local de Vila. Dígame dos diferencias respecto a la etapa anterior.

—La Policía Local tiene una vocación preventiva, es decir, actuar antes de que se cometa el delito o la falta. La principal diferencia ha sido potenciar esta faceta preventiva mediante controles, mayor presencia en la calle, pasar por lugares determinados... También incidir y potenciar otros servicios, como la policía de barrio y los policías tutores, que hacen una labor importantísima en los institutos como prevención pura y dura. Entendemos que esto es fundamental y se está potenciando bastante.

—La alcaldesa funge también como concejal de Policía, ¿cómo se desenvuelve?

—El alcalde o la alcaldesa siempre es el jefe de la Policía, aunque delegue en otro concejal. No ha sido el caso, se ha quedado ella. Creo que se desenvuelve bastante bien. Tenga en cuenta que la alcaldesa fue directora insular y ha tenido un trato bastante directo con las fuerzas de seguridad y yo, en el trato con ella, noto que tiene bastante más conocimiento que otros políticos para los que los policías somos grandes desconocidos.

—¿Le preocupa que pueda afectar la nueva Ley de Coordinación de Policías Locales de Balears a los refuerzos del verano?

—Claro que me preocupa. En Eivissa, como en el resto de municipios de la Isla, nos vienen muy bien estos refuerzos en verano, ya que aumenta mucho la población y las llamadas de todo tipo de servicios. Todo lo que sea limitar el número de policías que nos llega de refuerzo nos preocupa. Conste que no hace mucho nos habían dicho que iba a haber inversión cero en este tema, que el Govern no podría subvencionar a los turísticos -vamos a llamarlos así todavía- porque no había fondos para ello, y que tendrían que ser los ayuntamientos los que pagaran estas nóminas. Parece ser que al final, para 2013, sí que el Govern va a ayudar con los fondos para seguridad, que va a distribuir entre todos los municipios. La forma de distribución no la conocemos, dependerá de la plantilla y los servicios que acomete, y se hace con la premisa de que mínimo el 70% de estos fondos se gasten en financiar la contratación de este grupo de policías. También ponen el límite de seis meses en lugar de nueve, por lo que nos encontramos ahora con un problema: los policías turísticos que tenemos con titulación son todos mallorquines y para seis meses no sé si les va a interesar venir. [En Santa Eulària y Sant Antoni no consiguen copar sus plazas por este problema a pesar de que eran contratos de nueve meses].

—Últimanente se ven áreas, como es Soto, en las que los vecinos, por cuenta propia, han instalado señales de prohibido aparcar. ¿Cómo debemos reaccionar los conductores ante una situación como ésta?

—Allí tiene que haber una zona de paso, no sé si la parte que los vecinos pueden controlar es la de estacionamiento, no tengo tampoco muy claro el tema este, sé que nuestro jefe de tráfico estuvo mirando y se derivó el tema a Vías Públicas. No podría decirle más en este momento. Hablamos de la antigua zona militar, de viviendas militares, de es Soto.

—Los doce turismos y las 21 motos de la Policía Local de Vila ‘duermen’ en la calle desde junio de 2011, con todo lo que ello supone, incluida la pérdida de plazas de aparcamiento para otros vehículos.

—Es un engorro que los vehículos, sobre todo las motos, que llevan todo el sistema eléctrico expuesto, estén a la intemperie. Nos gustaría que no estuvieran así, pero hoy por hoy y hasta que no podamos utilizar el sótano, que es un sótano hermoso, que era el garaje... En un primer momento parece que hubo unas filtraciones de agua e hicieron una serie de inspecciones y nos vino la orden de que no se podía utilizar. Hemos hecho varios requerimientos para ver cuándo lo podemos utilizar, porque no es solo por los daños que puedan sufrir los vehículos, sino por el perjuicio para los vecinos, ya que estamos ocupando toda una manzana.

—Cómo valora el hecho de contar ahora con estas oficinas en el Cetis, ¿están ustedes mejor que antes?

—Por supuesto que sí, comparado con el otro lugar estamos muchísimo mejor. En el antiguo retén prácticamente uno sentía vergüenza ajena cuando subía un turista y se quedaba mirándolo todo con cara de alucine, porque era realmente tercermundista: poco iluminado, con una escalinata tremenda que tenía que subir toda la gente, con muy poco espacio para el número de policías que somos ahora en la plantilla. Comparado con ahora, no hay color: amplio, iluminado, con los servicios adecuados, tenemos servicios para uso de todos los que somos aquí y para quienes nos visiten, incluyendo a las personas con discapacidad. Cada planta dispone de un servicio para este tipo de personas, que no es que sean el tercer sexo, sino que simplemente necesitan una puerta más ancha y un agarre para poder ayudarse. Mucha más luz, más espacio, no hay color en comparación con el otro sitio.

—Sin embargo, funcionarios de los juzgados tienen en este edificio problemas de goteras, con los ascensores, la climatización... Algo que llama la atención en un edificio de nueva construcción.

—También tenemos este tipo de problemas. Cada vez que llueve se filtra agua. Creo que no son problemas demasiado graves, porque quizás se trate de sellar con silicona una serie de juntas de los ventanales, que son muy amplios, pero, efectivamente, cada vez que llueve tenemos filtraciones de agua.

—Qué necesidades o carencias ve usted en la Policía Local.

—Lo dije muchas veces. Que si alguna vez tuviera ocasión lo primero que haría sería poner un semáforo en el cruce del puerto. Hablando de vehículos, ahora mismo tenemos suficientes, el problema no es ese, sino que se encuentran en un estado que se tienen que ir renovando continuamente. Un coche patrulla, y más en un municipio como éste, puramente urbano, sufre mucho, son coches que cambian de conductor continuamente y sufren un desgaste tremendo. Un coche patrulla de más de dos años es antieconómico totalmente porque hay que estar haciendo reparaciones de continuo porque tiene que ir en perfecto estado para garantizar la seguridad, ya en que muchas ocasiones, por la naturaleza del servicio, se va a tumba abierta. Eso me preocupa y de ahí que insistiera yo en que tenemos que renovar la parte que corresponde este año a la flota de vehículos y tener vehículos nuevos, porque aparte, cuando llega a determinado número de kilómetros es una locura lo que hay que pagar en facturas de reparación.

Hay una serie de proyectos, de nuevas tecnologías, en los que yo siempre he tenido mucho interés, como por ejemplo pasar de los talonarios de papel para las denuncias a hacerlo a través de un móvil, una PDA, que [los datos] vayan directamente de forma inalámbrica a la central de sanciones. Estamos en el siglo XXI, en muchos sitios esto es algo ya normal y aquí es una asignatura pendiente.

—¿Alguna cosa más?

—Eurocop, la plataforma de gestión interna sobre la que trabajamos, me gustaría tenerlo por lo menos en cuatro vehículos, en la furgoneta de atestados, en coches patrullas y en uno de los coches camuflados, de forma que los policías a medida que van actuando puedan ir rellenando sus partes de servicio y hacerlo en tiempo real.

Me hubiera gustado mucho este año poner en marcha el programa Fotorrojo, una serie de cámaras, dos o tres, en los semáforos en los se producen más infracciones de gente que se los salta. Es un sistema de cámaras que hacen hasta cinco fotos a cada vehículo que pasa en rojo, no en naranja. No sé cómo van a quedar los presupuestos para poder hacerlo.

—¿Les han bajado a ustedes el sueldo a raíz del aumento de dos horas y media de trabajo a los funcionarios?

—Eso era por un tema de una prolongación. Nosotros siempre hemos hecho 40 horas. Esas horas [cinco] las cobramos en una cantidad fija que se negoció en su momento y que ya se ha quedado más que obsoleta. Se está negociando para dar una solución a este tema y ahora todo está pendiente de una serie de informes jurídicos que se han solicitado, pero hoy por hoy estamos haciendo las 40 horas y de momento, no [nos han bajado el sueldo]. Lo sabremos hoy [el viernes pasado], que es cuando nos va a venir la nómina.