Los hechos fueron juzgados por el Juzgado de lo Penal número 2 de los juzgados de Eivissa. | Marco Torres

Finalmente tal y como dice el refrán, a la tercera fue la vencida, y ayer por la mañana se pudo dar por concluido el juicio contra el ciudadano albanés B.N., acusado por el Ministerio Fiscal de tres delitos de robo con fuerza en Formentera. Tras dos intentos fallidos, el 18 de diciembre de 2012 y el 29 de enero de 2013 por falta de intérprete, por fin la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez pudo dejar visto para sentencia el juicio afirmando que la sentencia se conocerá en los próximos días.

En este sentido, la representante del Ministerio Público solicita para este hombre de 32 años de edad una pena de cuatro años de prisión o en su defecto la expulsión de España durante los próximos ochos años.

Por su parte, su abogada defensora pidió para su cliente la libre absolución y su inmediata puesta en libertad ya que «no hay pruebas suficientes de que fuera el culpable de los robos que se le imputan», y porque ya lleva nueve meses en prisión sin haber sido juzgado ni condenado. Además, aseguró que B.N. debería salir libre porque ninguna de las penas que se le pudieran imponer superaría los meses que lleva encarcelado.

Tres delitos el 9 y 10 de julio

El Ministerio Fiscal, que no se negó a esta última petición de la defensa, acusa a este albanés, que no habla nada de castellano, de ser el culpable de varios robos en Formentera ocurridos el 9 y 10 de julio de 2012. Según el escrito de acusación, el primero de ellos tuvo lugar en el restaurante Cala La Pasta, de donde, supuestamente, sustrajo 120 euros del bote de las propinas y un reproductor de música Mp3. Posteriormente, según la versión de la fiscalía, B.N., esa misma noche entró en la vivienda Casa sa Tanca des Pla, robando 2.000 euros en efectivo además de una serie de enseres personales. Por último, también se le imputa el robo de 420 euros del restaurante San Carlos a las 04,00 de la madrugada del día 10 de julio de 2012.

Sin embargo, según su abogada defensora, ninguno de los hechos han podido ser acreditados de manera fiel a pesar de que cuando fue detenido su cliente tenía en su poder dos reproductores de música cuya desaparición había sido denunciada y 1.445, 84 euros en efectivo.

Según su versión, su cliente asegura que llegó a Formentera de vacaciones y que cuando fue detenido mientras iba en bicicleta por Formentera llevaba dos meses en la Isla y se encontraba aún en situación legal en nuestro país. Con respecto al dinero que tenía en su poder, «todo en monedas pequeñas y billetes menores», eran propiedad suya porque los había conseguido «tras ganar un premio en una máquina tragaperras».