Ocho agentes de la Guardia Civil que trabajaban en el aeropuerto fueron detenidos por sus compañeros.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Eivissa juzgó la semana pasada en Palma a un hombre de nacionalidad búlgara que fue detenido el verano pasado a su llegada al aeropuerto de Eivissa con una gran cantidad de cocaína en el interior de su organismo.

Se trata de H.Z.B., cuya abogada, Cristina Molina, alcanzó un acuerdo de conformidad con la representante del ministerio público mediante el cual la partes firmaron una condena de tres años de prisión. A la hora de dictar sentencia, el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, Diego Gómez-Reino, tuvo en cuenta el atenuante de toxifrenia.

El caso de H.Z.B. es especialmente importante porque declaró en varias ocasiones que en realidad llevaba dentro de su cuerpo más droga de la que la que se había apuntado en el informe de la Guardia Civil.

El testimonio

De esta forma, gracias a su testimonio, dio comienzo una operación de la Policía Judicial de la Guardia Civil mediante la cual se sometió a vigilancia a los agentes de este mismo cuerpo que trabajaban en el aeropuerto de Eivissa.

Los especialistas instalaron viodeocámaras en la sala en la que las maletas de los pasajeros eran sometidas a registro por los agentes. Finalmente, al parecer debido a una avería en el sistema del aire acondicionado, las videocámaras fueron descubiertas.

Unas semanas después la Guardia Civil anunció la detención de ocho de sus agentes en Eivissa, todos ellos destinados en el aeropuerto de la Isla, como presuntos autores de los delitos de apropiación indebida, falsedad documental y tráfico de drogas, si bien la acusación por este último delito fue retirada.

Según explicó entonces la Guardia Civil a través de un comunicado, los detenidos aprovechaban los registros que practicaban durante el servicio para quedarse con «pequeñas cantidades de droga y otros objetos».

Los hurtos

En el transcurso de las investigaciones, señaló la Guardia Civil a través de su oficina periférica de comunicación en Mallorca, «quedó evidenciado que, los ahora detenidos, se habían apropiado indebidamente de diversos efectos de los equipajes de viajeros, como prendas de vestir, un dispositivo electrónico, perfume, y de pequeñas cantidades de droga, falseando posteriormente el acta de denuncia».

Los agentes detenidos fueron suspendidos de empleo y sueldo de forma cautelar.