Estudiantes de los institutos Santa Maria y Sa Colomina de Eivissa, de entre 15 y 16 años, descubrieron ayer que la química, la bioquímca y la informática pueden ser muy divertidas gracias a la primera de las tres sesiones de Demolab y Demotec que se organizan hasta mañana en la sede de la Universitat de les Illes Balears.

Y todo gracias a una serie de ejercicios relativamente sencillos pero también muy espectáculares. Tal y como explicó Marga Nadal, la coordinadora de la actividad, con universitarios como improvisadores monitores los estudiantes de nuestra isla participaron en 16 ejercicios distintos incluídos en el marco del Programa de Orientación y Transición a la Universidad (POTU) de la UIB y de la Conselleria d’Educació i Universitat del Govern de les Illes Balears. Un programa que, según Nadal tiene como objetivo «promover los estudios de carácter científico y técnico entre el alumnado de educación secundaria a través de la realización de un conjunto de actividades prácticas relacionadas con estos contenidos en 4º de ESO y 1º de Bachillerato».

Medusa de ADN

Por ejemplo, los estudiantes consiguieron crear una medusa de ADN. Algo que suena muy espectácular y al alcance de muy pocos pero que, escuchando a Marga Nadal, resulta de lo más sencillo puesto que únicamente necesitamos un plátano, sal de mesa, detergente, alcohol a muy bajas temperaturas, un filtro de café, una batidora y agua destilada para la plancha.

«Lo primero que hay que hacer es batir el plátano en una taza de agua para romper sus células y exponer todas las piezas que las forman, ADN incluido, a lo que añadimos a continuación y que no es otra cosa que la mezcla resultante de una cucharada de detergente con una pizca de sal y dos cucharadas de agua. Tras dejarlo reposar diez minutos las membranas celulares se habrán diluido y el ADN flotará libremente en el agua. Para deshacernos de todos los restos del plátano que no queremos filtramos la mezcla utilizando el filtro de café y para terminar, añadimos el líquido que hemos filtrado a un tubo transparente con alcohol frío para que surjan como unos hilos blancos flotando en el etanol, y que técnicamente se conoce como medusa. Y si se tiene paciencia, luego se puede recoger el ADN y hacerse un collar con él». Así, tal cual.

Igualmente, en el área destinada a la química también hubo experiementos para todos los gustos. Entre ellos aquel en el que los estudiantes de 4º de ESO y Primero de Bachillerato mezclaron distintas sustancias para comprobar su pureza.

Mientras, en el aula de informática los participantes pudieron crear unos curiosos semáforos parecidos a los de las calles a través de unas placas de arduino en las que pudieron programar el tiempo que se prolongaba cada luz y el color de cada una.

Hasta mañana un total de 275 estudiantes de 4º de ESO y Primero de Bachillerato de ocho centros educativos de Eivissa pasarán por esta actividad que cuenta con el patrocinio de la Residencia de Estudiantes de la UIB, edificio Bartomeu Rosselló-Pòrcel.