Como cada año por Navidad, uno de los paseos más tradicionales y emblemáticos por la ciudad de Ibiza es el que consiste en ir visitando los diferentes belenes que se ofrecen algunas de las parroquias más destacadas de este municipio.

Uno de los más conocidos, quizás también por su extensión que llega hasta los 40 metros de superficie, es el de Sant Elm, en la Marina. Su autor, el escultor José Luis Marcos, trabajó durante 20 días a una media de 8 horas diarias para llevar a cabo esta tradicional representación. Y destacó la novedosa catarata que ha incluido este año, además de la escena de la Anunciación.

El belén de la Iglesia Santa Creu fue inaugurado el pasado día 8 de diciembre y puede que sea el más sencillo de todos. Está ubicado cerca del altar y sobre una tela blanca que hila las diferentes escenas.

Son también esenciales en este paseo navideño, los belenes de las parroquias de Sant Pau, en Ca n’Escandell, y también el de Sant Pere, en Dalt Vila, que cada año crece gracias a la gran labor que realizan sus creadores.

Curiosamente, se une a los tradicionales belenes de Ibiza el que los artistas Traspas y Torijano realizaron, hace ya más de 15 años, en el patio de su casa de Dalt Vila. Fueron maniquíes y muñecos los que inicialmente le dieron vida a esta representación, que como todas, crece cada año.