Esta noticia es una historia de superación y de esperanza. Es el reflejo de que la pasión por el baile, y más concretamente por el ball pagès, prácticamente puede con todo. La protagoniza Inés Escandell Serra, una joven de Santa Gertrudis que a pesar de sufrir un problema grave en la espalda es capaz de ponerse el traje tradicional ibicenco y marcarse unas nou rodades como cualquier otra balladora de la Colla de Santa Gertrudis.

Por ello este jueves Inés se convirtió en la gran estrella del día grande de la localidad. A pesar de que hace vida relativamente normal y de que los miembros de la colla la han acogido como una más y le han enseñado los distintos bailes ibicencos, el tipo de sociedad en el que vivimos hizo que acaparara todas las miradas cuando ayudó a llevar la imagen de la santa en la procesión y salió a bailar junto a sus compañeros enfrente de la puerta de la iglesia. Afortunadamente, para ella practicar ball pagès es algo relativamente normal a pesar de sufrir un problema de espalda generado por una operación de escoliosis mal realizada justo un día después de la celebración de Santa Gertrudis de hace dos años. «A Inés siempre le ha encantado bailar. Comenzó con cuatro años, y cuando en el colegio buscaban un grupo ella que siempre se apunta a todo se unió. Después, gracias a Mariano y María, aprendió los bailes más sencillos en la Colla de Santa Gertrudis y cuando el año pasado aún estaba convaleciente de la operación, venía a ver cómo bailaban sus compañeros», explicó ayer a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA Lina Serra, madre de la protagonista.

Madre coraje

Lina, trabajadora de una pastelería en la ciudad de Ibiza, es una madre coraje. En su casa, por circunstancias personales, sólo entra un sueldo y a pesar de todas las dificultades sigue acompañando y animando constantemente a su hija en lo que es su gran pasión. «Es difícil, sobre todo a la hora de ponerle el traje porque debido a su problema de espalda se lo pisa, y a pesar de que en ocasiones he pensado en abandonar, luego, viendo la cara de Inés cuando baila ses nou rodades y como está de integrada, a una se le olvidan las penas y sólo piensa que hay que seguir luchando por salir adelante», confesó ayer en la puerta de la iglesia con una mirada llena de ilusión.

A pesar de todo su día a día no es nada sencillo. Inés se operó de escoliosis, una curvatura anormal de la columna vertebral, en noviembre de hace dos años por la Seguridad Social en Barcelona pero tras un tiempo en el que parecía que todo marchaba bien la columna de Inés no sólo no mejoró sino que se vino hacia adelante obligándola a andar como si estuviera constantemente agachada. Incluso, la doctora que realizó la operación se ha desentendido por completo del tema y ahora Lina intenta por todos los medios que a su hija la realicen una nueva operación, en esta ocasión, a través de la sanidad privada.

Para ello viaja siempre que puede hasta la Península para encontrar el mejor médico y la mejor clínica. De hecho, hace apenas unos días ha estado en Sevilla y en Barcelona buscando distintas opiniones para poder terminar con la dolencia de su hija, con la inversión económica que ello conlleva. «Como tenemos que ir a otra Comunidad Autónoma el desplazamiento y el alojamiento para Inés y para mí no me los pagan, con lo que últimamente me estoy gastando un dineral que no tengo en saber qué podemos hacer con la columna de mi hija», se lamentó Lina.

A pesar de todo madre e hija no pierden la esperanza y siguen luchando. A su favor juega la pasión que tiene la joven Inés por el ball pagès, la constante ayuda de los miembros de la Colla de Santa Gertrudis y el trabajo que realizan con ella en el Instituto Balàfia de Sant Llorenç, donde es una alumna muy querida. Y por supuesto, con las ganas de ambas de disfrutar de una vida mejor.

La escoliosis, una curvatura anormal de la columna vertebral

La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral que consiste en una torsión o rotación de la curva que aparece como una «C» o «S».

Provoca una cierta deformación anatómica de las vértebras, las costillas, los ligamentos y los discos. Puede ser congénita (causada por anomalías vertebrales presentes al nacer), idiopática (de causa desconocida, sub-clasificada a su vez como infantil, juvenil, adolescente o adulto según la fecha de inicio se produjo) o neuromuscular (habiéndose desarrollado como síntoma secundario de otra enfermedad como espina bífida, parálisis cerebral, atrofia muscular espinal o un trauma físico).

La escoliosis con un nivel de curvatura de 10 grados o menos afecta del 1,5% a 3% de la población, mientras que las que tienen 20 grados o menos aparecen por igual en hombres y mujeres, aunque es más común durante la niñez tardía, particularmente en niñas.