La Guardia Civil de Sant Antoni ha desarticulado con siete detenciones un grupo dedicado al robo en casas de la isla. Están acusado de más de 70 robos en viviendas, de los que se ha logrado recuperar objetos valorados en 300.000 euros entre joyas, obras de arte y aparatos electrónicos, aunque los agentes calculan que podrían haber logrado un botín de un millón de euros, informaron ayer desde la Comandancia de Balears Los detenidos, cuyas identidades aún no han sido facilitadas, son seis españoles y un marroquí y tienen edades comprendidas entre los 20 y los 42 años.

La operación, bautizada como 'Corona', se inició a mediados del pasado mes debido la oleada de robos sufrida en los municipios de Sant Josep y Sant Antoni. Los presuntos autores se organizaban en un grupo perfectamente jerarquizado, y se hacían pasar por trabajadores de la construcción, justificando de esta forma el hecho de llevar herramientas que usaban para forzar las viviendas. En los vehículos que usaban se cambiaban de ropa para modificar su apariencia tras los robos, según la Guardia Civil.

Sofistificación

El cabecilla llevaba la dirección de los robos y era el que decidía tanto el lugar como la hora del robo, y también era quien se encargaba de almacenar la mayoría de los efectos, la venta de los mismos y el posterior reparto de beneficios entre los componentes de la organización.

Las investigaciones de los agentes se vieron dificultadas por el uso de sofisticado de material electrónico por parte de los delincuentes, tales como transmisiones, intercomunicadores, prismáticos militares, localizadores, GPS, navegadores y otros similares para localizar y ubicar viviendas aisladas. La primera fase de explotación de la operación se dividió en dos con el fin de facilitar la recuperación de la mayor cantidad de efectos robados. Primero detuvieron a tres personas que, además de ser los autores materiales de robo en una vivienda, señala la Guardia Civil, trataron de cobrar varios cheques sustraídos en la misma por un importe de 6.000 euros.

Tras estas primeras detenciones se realizó un registro domiciliario donde se intervinieron diversas sustancias estupefacientes que podían ser intercambiados por objetos robados, así como medios y utensilios para la manipulación y distribución de la droga.

Posteriormente, mientras los primeros detenidos se encontraban en dependencias policiales, se inició una segunda fase en la que se detuvo a los autores materiales de los robos.

La Guardia Civil indicó que se ha conseguido demostrar la participación de los detenidos en más de 70 robos en viviendas, algunas con personas en el interior.

El fin de los objetos sustraídos era diverso, pero la mayor parte era transportado a la península para su venta. En concreto, las joyas se vendieron en diversos establecimientos, según la Comandancia.

Entre lo recuperado hay casi un centenar de joyas y diferentes obras de arte. También se ha recuperado gran cantidad de material electrónico robado a una gran cadena hotelera en el año 2.008. Los agentes siguen con las gestiones para localizar a los legítimos propietarios y devolverles lo robado. La Guardia Civil también busca a las personas que pudieran haberlos adquirido a sabiendas de su origen ilícito.