El ginecólogo Rodolfo Moreno Mira (Casablanca, 1964) es desde mediados de junio el nuevo jefe de servicio de servicio de Ginecología del hospital Can Misses. Su vida profesional como facultativo se ha desarrollado hasta el momento en Son Dureta y Son Llátzer y ahora, «por vínculos familiares», empieza una etapa en Can Misses. «Me pareció un proyecto atractivo, que puede permitir una buena asistencia y un desarrollo profesional», dice. Entre sus objetivos, aspira a impulsar un parto más humanizado, reducir las cesáreas, potenciar la cirugía laparascópica y que haya más presencia en Primaria, entre otros. El doctor Moreno hace un repaso a estos asuntos y a otros de actualidad como la nueva ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

-¿Cómo se va a aplicar en el caso de las Pitiüses la nueva ley del aborto?
-El volumen de interrupciones voluntarias del embarazo ha descendido en el último año en Balears pero supone una carga de trabajo adicional con lo que los circuitos deben adaptarse, tanto a la ley como a la nueva realidad de la prestación. Habrá un aumento de la demanda a corto plazo pero se prevé una disminución con el reforzamiento de las medidas de contracepción y la presencia de ginecólogos de Atención Primaria.

-Hasta ahora las ibicencas optaban por irse a Palma o fuera de la Comunitat porque muchos ginecólogos hacían objeción de conciencia. ¿Qué va a suceder ahora?
-Está en fase embrionaria el cómo se va a desarrollar. La ley garantiza que los servicios públicos del Ib-Salut deben proporcionar, preferentemente, la prestación y, en casos excepciones, se les llevará a clínicas concertadas. A nadie se le escapa que es un tema sensible en el que entran problemas de conciencia. La propia ley reconoce la objeción de conciencia de los profesionales implicados en proporcionar la aplicación de la prestación, como el legrado, la técnica por aspiración o la interrupción medicamentosa. En Eivissa había un alto porcentaje de objetores en el servicio. La ley contempla que se deben presentar alegaciones de que se es objetor y en estos momentos no tenemos el número de profesionales. En todo caso, dado el volumen que preveo que puede haber en Eivissa y Formentera, alrededor de unas 400 interrupciones voluntarias del embarazo de las que no sabemos cuántas optarán por el hospital público, se puede absorber. En los centros públicos sólo se hacían un 4 o un 8 por ciento de los abortos.

-En Palma se ha concertado con clínicas privadas ¿se van a derivar a otros centros en Eivissa?
-No sabemos exactamente la carga de trabajo que va a suponer. El Àrea de Salut, tal y como contempla la ley, ofrecerá información sobre el apoyo social a la embarazada, dando un periodo de reflexión de tres días con la entrega de un sobre cerrado a la mujer y, si después de ese tiempo, quiere seguir adelante, se puede dirigir al centro público o privado para hacer la interrupción. Los sobres con la información estarán en la unidad de atención a la mujer en es Viver, el servicio de atención al usuario y en el servicio de Ginecología de Can Misses.
Cualquier profesional de Atención Primaria debe de tener las herramientas necesarias para dirigir a la mujer dentro del sistema. Si es un embarazo de bajo riesgo y sin patologías, los casos se derivarán a clínicas concertadas. En Eivissa no existe ninguna clínica concertada que ofrezca esta prestación. Los casos en los que haya dudas o problemas sociales se derivarán la Unidad de Atención a la Mujer en la que le proporcionará información la doctora Cristina Molina. Los casos claramente patológicos, malformaciones fetales, pacientes de riesgo o anomalías graves en la salud materna, se harán aquí. Más adelante, cuando se vea el impacto y los profesionales con los que contamos, abriremos el abanico de posibilidades.

-¿Se van a acoger a la objeción de conciencia?
-Soy ginecólogo y trabajo en una institución en la que doy las prestaciones de la cartera de servicios. No he manifestado nunca ninguna objeción de conciencia. La prestación de la IVE no es la actividad técnica más agradable para un ginecólogo. No es atractivo para nadie. Si en un servicio la mayoría son objetores y hay una minoría que, por proporcionar una prestación como servicio público, se ve obligado a hacerlo resulta un poco arrinconada a hacer una actividad que no es nada gratificante desde un punto de vista técnico. La IVE no deja de ser un fracaso de unas medidas anticonceptivas de las que todos somos responsables.

-Ha mencionado que quiere reforzar la presencia de los ginecólogos en los centros de Salud, pero Eivissa sólo cuenta con una Unidad de Atención a la Mujer. ¿Cuál es su proyecto?
-Una de las carencias de los hospitales es la falta de comunicación con Atención Primaria. En Ginecología, con los equipos de Atención Primaria y la Unidad de Atención a la Mujer existe un poco más de comunicación, pero hay una escasa presencia de ginecólogos en los centros de salud. El 80% de la patología se puede resolver en Atención Primaria con una satisfacción tremenda de la mujer, y en los hospitales los casos más complejos, como operaciones tumorales o problemas de suelo pélvico. Me consta la labor magnífica que hace la Unidad de Atención a la Mujer.

-Pero sólo hay una y tiene mucha presión asistencial.
-Se trataría de establecer los circuitos entre hospital y Primaria, aumentando la presencia de los ginecólogos de Can Misses en Atención Primaria. La intención es abrir una segunda Unidad de Atención a la Mujer, probablemente en Sant Antoni, por infraestructura y los médicos de Primaria hacen allí una labor importante en el campo de la ginecología.

-¿Cuando se calcula que puede estar en marcha?
-A partir de septiembre. Estoy pendiente de desplazarme a los centros de salud para presentarme a los coordinadores y exponerles los circuitos de citaciones en el hospital.

-¿Aumentará la plantilla de ginecólogos o de médicos para atender esta segunda unidad?
-Hay ginecólogos que trabajan a tiempo parcial y otros que, jerárquicamente, no pertenecen al servicio y son de cupo. Esperamos contar con once o doce a tiempo completo, Ahora hay de nueve a once. Queremos desarrollar la presencia en Atención Primaria, reforzar las subespecialidades como el diagnóstico prenatal, el suelo pélvico que provoca incontinencia urinaria o prolapsos uterinos, la reproducción asistida aumentando la autonomía. Casi todas las parejas que tienen problemas de esterilidad suelen desplazarse a Palma. Según el servicio de Admisión, se llegan a realizar a Palma diez viajes semanales por reproducción. La intención es disponer de casi la totalidad de la cartera de servicios de reproducción y reducir hasta un 80% la cantidad de desplazamientos a Palma.

-¿Tiene el compromiso de la Gerencia para llevar adelante estas actuaciones?
-Presenté mi proyecto y fue sometido a un tribunal (para la jefatura de servicio) hace dos meses. Ese proyecto tuvo el visto bueno de la Gerencia. Eivissa, tradicionalmente, ha sufrido la insularidad y la doble insularidad de manera más acusada. Con el nuevo hospital y la presencia de profesionales que quieren trabajar, se está apostando claramente por Eivissa y Formentera. El desplazamiento de pacientes en muchas áreas se puede reducir, e incluso anular.

-Pero supone un desembolso económico y con una crisis no sé si la Conselleria de Salut estaría dispuesta a asumirlo.
-En el campo de la fertilidad, con los recursos que tenemos ahora, laboratorio, radiología y los ecógrafos, se pueden hacer gran cosa sin grandes inversiones. Simplemente se trata de reorganizar los circuitos y contar con los profesionales adecuados que creo que los tenemos.

-¿Cómo se desarrollarían los tratamientos de fecundación en Eivissa?
-Aquí se puede hacer la mayoría de los tratamientos. Lo único que falta es la fecundación in vitro. La punción y la transferencia se tiene que hacer en un laboratorio altamente tecnificado y se tendría que desplazar a Palma. Si, a lo mejor, tienen que hacer ahora las parejas unos diez desplazamientos, se puede reducir y hacer ahora sólo dos.

-¿Cómo ha encontrado el servicio de Ginecología de Can Misses?
--Hay unos profesionales muy bien formados, un equipo joven y con ganas de trabajar. Lo que más echo en falta, algo que pasa también en muchos servicios, es la organización de circuitos, como la comunicación de Atención Primaria. Hay que tener en cuenta que hace dos o tres años se pasó una época en la que hubo poco personal y se resintieron mucho los circuitos y la organización. Cuando hay pocos profesionales y hay que atender guardias de 24 horas, acaban haciendo solo guardias.
Ahora se está un poco mejor y el equipo cuenta con una preparación ginecológica y obstétrica muy buena de atención al embarazo. Con el volumen de partos que hay, unos 1.200 al año, y la cifra de profesionales se puede hacer una medicina de alta calidad. También el profesional se puede desarrollar desde el punto de vista asistencial y docente sin envidiar nada a grandes hospitales.

-¿Cuál es la lista de espera?
-Lo que tratamos es que las pacientes que necesiten operarse preferentemente no se pierdan en el maremagnum de esa lista de espera. Hay muchas intervenciones, como ligaduras de trompas o menos graves, que esperan tres o cuatro meses. La demora media está en dos o tres meses. En las consultas he detectado que hay un problema de segundas visitas, con una demora un poco más acusada, cuando se le pide una prueba y tiene que volver. Por efecto organizativo se abrían las agendas mes a mes y ahora vamos a ver si se pueden abrir con más antelación y absorber esa demanda.