La mítica presentadora se encuentra completamente destrozada por el acontecimiento.

El mes de enero se presenta complicado para Mayra Gómez Kemp tras recibir hoy, lunes 18 de enero de 2021, la noticia del fallecimiento de su esposo, Alberto Berco, a los 91 años.

La mítica presentadora se encuentra completamente destrozada por el acontecimiento. Además, al parecer, Berco falleció en sus brazos y ahora, la actriz ha tenido que encontrar consuelo en sus hijas. Mayra y su marido, que era actor de cine, llevaban 47 años de relación.

«Se ha muerto el amor de mi vida», ha comentado la actriz a la revista Semana. Hace algo más de un año, la del Un, dos, tres reconocía que su pareja era un pilar fundamental en su vida. Sin embargo, su felicidad se vio truncada cuando el actor sufrió una depresión. «Mi marido había pasado por una depresión muy gorda, con intentos de suicidio», comentó.

Fue, sin duda, una etapa compleja de la que, finalmente, logró salir y no consiguió romper el amor que Mayra sentía por él. «El mejor año de mi vida fue 1973, cuando lo conocí», afirmó. La presentadora ha comentado que Alberto fue deteriorándose «poquito a poco», aunque ella lo ayudaba incluso para ir al baño. «Imagínate yo, con 50 kilos, cargando a un hombre de casi 100, pero lo hacía porque lo amaba», ha recalcado.

Mayra ha explicado cómo vivió el fallecimiento de su marido: «Al despertarse me dijo: '¡Qué bien he dormido! ¡He dormido muchísimas horas!'. Él llevaba varios días sin poder dormir bien y estaba muy contento de haber podido descansar. Entonces, mientras se estaba quitando el pijama, se me fue... y no se movió más. No se dio cuenta y eso es algo que me reconforta».

Además, la presentadora, en una aparición en el programa Un año de tu vida, emitido en Canal Sur, relató como vivió los días más difíciles en su lucha contra el cáncer. «Cuando peor lo estaba pasando no podía ni comer. Llegué a pesar 49 kilos», comentaba la actriz al narrar su experiencia contra el cáncer de lengua que le fue diagnosticado en el año 2009 y por el que tuvo que ser operada, dejándole graves secuelas en el habla.

Poco después, también padeció un cáncer de garganta. «En aquel momento en que no podía ni comer iba por la calle y la gente se me acercaba y me daban un beso o un abrazo y me decían: '¡Tú puedes!'. Una vez un chico me gritó: '¡Nena, tú vales mucho!'. Yo sobreviví gracias al cariño de la gente. Ese cariño me alimenta», añadió Mayra Gómez Kemp.