La emisión nocturna del martes trajo consigo una nueva entrega del famoso programa de encuentros televisivos, colmada de instantes singulares y únicos. En esta ocasión, Carlos Sobera y Laura Boado recibieron a una nueva oleada de participantes, ávidos de vivir una experiencia memorable y, de paso, de encontrar a su pareja ideal en First Dates.

Entre los protagonistas de la velada destacaban Álex y Melissa. El joven soltero de Madrid, de 25 años, irrumpió en el restaurante confesando ser algo desorganizado. "Soy un ferviente apasionado del deporte y la reflexión", afirmó, mencionando su devoción por el waterpolo y la filosofía. En materia amorosa, Álex se autodenominaba inclinado hacia el poliamor, cuestionando la existencia de una única pareja destinada para cada individuo.

Su cita, Melissa, también madrileña y de 22 años, se presentó como una persona con una faceta intelectual y otra más traviesa. "Me gusta dejarme llevar por la noche (...) Soy bisexual", confesó. La primera impresión entre ambos fue positiva. "Físicamente me pareció atractiva, encaja en mis preferencias", comentó Álex.

Descubrieron que compartían la misma ciudad y una afición por la filosofía, lo cual les dejó atónitos. "Jamás imaginé encontrar a alguien interesado en filosofía, pero me parece fantástico", expresó Melissa. A pesar de estas inusuales coincidencias, Melissa no sintió una atracción física hacia Álex. "No es el tipo de persona con el que suelo salir", declaró.

Más adelante, el presentador los llevó a la mesa, donde conversaron sobre sus estudios, descubriendo su pasión por los animales y su rechazo a la industria cárnica. "La contaminación es un problema, si no cuidamos nuestro hogar... es esencial adoptar hábitos saludables para proteger nuestro planeta y sus habitantes", expresó Melissa.

En cuanto al amor, Álex reveló que en los últimos seis años solo había tenido una relación ágama. "Me parece un concepto muy interesante (...) Las etiquetas son sobrevaloradas, vive el momento y disfruta del poliamor. Amar a una persona no impide desear a otra", afirmó, mientras que Melissa confesó haber tenido una relación monógama. "No volvería a vivir una relación así", explicó.

"Los baños de las discotecas son mi refugio" Durante la velada, los solteros compartieron sus preferencias sexuales. Mientras Melissa se describía como sexualmente activa, Álex mostraba cierta timidez ante esas preguntas. "Disfruto mucho del sexo, pero por diversas razones no lo practico tanto como quisiera", confesó él. "Los baños de las discotecas son mi refugio", reveló ella ante la mirada curiosa de Álex.

Al final de la cita, ambos demostraron una conexión prometedora que podría dar lugar a algo especial. Por ello, en su decisión final, Álex y Melissa expresaron su deseo de seguir conociéndose en un segundo encuentro.