Àngel, en un lance del partido de ayer en Sant Rafel.

Nunca nadie hizo tan poco para obtener un botín tan preciado. El Manacor, equipo recién ascendido a Tercera, debió llegar ayer a Sant Rafael con todas las estampitas habidas y por haber. La Diosa Fortuna se alió con el bando mallorquín para amargar una tarde especial, la del debut en Liga del conjunto de Mario Ormaechea ante su afición. El delantero Mut, el guardameta Gaspar -ex del Eivissa- y los postes de su portería arruinaron el soberbio encuentro que realizaron los ibicencos. A pesar de las incontables ocasiones que dispusieron para ganar, los pupilos de Ormaechea pagaron un error garrafal de Devesa que propició el tanto de Mut y una expulsión infantil de Bonilla en los primeros compases de la segunda mitad. De nada sirvió el esfuerzo realizado.
Con apenas cuatro rostros nuevos respecto a la pasada temporada -José Antonio, Iván Guzmán, Javi Devesa y Àngel García-, el San Rafael se puso manos a la obra desde el primer minuto, fiel a su estilo, con el objetivo de arrinconar a su oponente. Fue un inicio de encuentro disputado, repleto de velocidad en las acciones y entrega, algo que nunca falla en Sant Rafel.
Pronto avisó el cuadro azulón de sus intenciones. A los 10 minutos, Bonilla se internó por banda izquierda y su centro encontró la frente de Àngel García. Con una acrobática estirada, Gaspar desbarataba la primera gran ocasión del partido.
Los 'nuevos' se mostraron muy activos sobre el césped, en especial el jovencísimo Iván Guzmán, que acabaría el partido siendo sustituido por un golpe en el cuello que no reviste gravedad.
El Manacor, mientras, apenas conectaba tres pases seguidos y se afanaba en las tareas de contención. Con el San Rafael volcado en ataque llegó otra inmejorable oportunidad de gol. Carlos Fernández recibió a la espalda de la defensa un pase de fantasía con el tacón de Àngel, pero su disparo se marchó muy cruzado (min. 22).
Pasada la media hora de juego y con un San Rafael pletórico llegó la jugada más desafortunada del encuentro por su valía. Devesa despejó fatal un balón en defensa; el atacante le ganó la carrera y su pase atrás lo aprovechó Mut tras otro desatino de la zaga ibicenca (min. 39).
Restaba toda la segunda mitad y la dirección del juego volvió a mirar a Gaspar. En el 51' realizó un auténtico paradón, una demostración de reflejos que dejó a cuadros el Municipal. El empate se resistía y el rival quería jugar al desgaste psicológico. Lo consiguió generando una tangana que acabó con Bonilla expulsado, el árbitro, no se sabe como, por los suelos, y el marcador con cinco minutos más desaprovechados.
Guzmán tuvo tiempo antes de retirarse de fabricar un jugadón que acabó en las botas de Carlos dentro del área. Su disparo cruzado golpeó violentamente el poste, pero salió fuera. Entró Adrián Ramos, ocho meses después de su lesión. La consigna estaba clara. Balón arriba en busca del zarpazo, pero no llegó. En el tiempo extra el Manacor pudo sentenciar, habiendo obrado de esta forma el milagro del año, pero fue el San Rafael quien dispuso de la última. Tras un córner, Pedro sacó una pierna en la melé para lanzar al poste y el rechace cayó en el guardameta José Antonio, haciendo las veces de goleador, pero su remate lo sacó bajo palos el Manacor. Dicen que la suerte de la fea, la guapa la desea. Pues eso.