El balón aprende a bostezar

Decían Mario Ormaechea y Luis Rueda, entrenadores del San Rafael y de la Peña Deportiva, respectivamente, que el derbi llegaba pronto. Tras lo visto en el partido de ayer, un duelo que acabó con empate a un gol y con el consiguiente reparto de puntos, son muchos los que quieren pensar como ellos. Sí, porque como jueguen igual el resto de la temporada, más de un espectador va a disfrutar de una sesión extra de siesta. Y es que, ayer, hasta el balón bostezó.
El partido de rivalidad regional, el duelo por antonomasia de la isla desde la temporada pasada, fue un auténtico tostón, especialmente en la primera parte. De ocasiones, goles, fluidez y, a fin de cuentas, fútbol, nada de nada en los primeros 45 minutos. Menos mal que la historia cambió ligeramente tras la reanudación, donde el medio millar de espectadores pudo ver algo de acción.
El inicio del choque parecía prometedor. Y es que, en el primer minuto, una falta que supuso la primera tarjeta -se la ganó Devesa- acabó con un cabezazo de Edu Moral rozando la escuadra. Pero nada más lejos de la realidad. El centrocampismo hizo acto de presencia, la imaginación se quedó en casa y las oportunidades brillaron por su ausencia. Los 'rafelers', sabedores de la superioridad rival, se centraron sobre todo en la defensa y la Peña, que apenas conseguía dominar la posesión del balón, no sabía cómo entrar en la zaga local. La única vez que los de Ormaechea se acercaron al área peñista fue tras un pase en profundidad de Carlos Fernández a Bonilla, cuyo disparo, con márchamo de gol, acabó despejando Berto en el área pequeña. Ésa fue toda la exposición ofensiva del 'San Rafi' ante una Peña no mucho más inspirada.
Tras el descanso, en el que Pedro se quedó en el vestuario por unos mareos, los azulinos se sacudieron el respeto hacia su adversario para apostar algo más por el ataque, volcando el juego por la banda de Iván Guzmán. Pero el partido seguía por los mismos derroteros. Parecía que sólo una jugada a balón parado podía desequilibrar la balanza. Y así fue. Un penalti transformado por Piquero en el minuto 63 dio ventaja al cuadro visitante. Sin comerlo ni beberlo, la Peña ya iba por delante. Pero poco le duró la alegría. El San Rafael avisó en el 63' en una falta que Guillermo cabeceó arriba. En la siguiente, nueve minutos después, no perdonó. La zaga de la Peña despejó al corazón del área un balón que se marchaba fuera y Buti, un ex peñista, empaló el esférico a la perfección para restablecer las tablas.

Uno menos
En el minuto 75, Devesa vio la segunda cartulina amarilla y dejó a los 'rafelers' en inferioridad. La Peña lo aprovechó para hacerse con la pelota, pero sin profundidad. Los azulinos aguantaron bien atrás, José Antonio no pasó apuros y la Peña no supo variar el guión del partido, más que nada para no despertar al balón, que del bostezo pasó al sueño.