La plantilla del Atlético Jesús levanta el dedo índice en señal de la categoría en la que debutan, Primera Nacional. | ESTEVE FRANQUESA

La ilusión y el esfuerzo son dos pilares fundamentales y una garantía de éxito para todo aquel que emprende un nuevo reto. La dedicación y la constancia, como hilos de conducción hacia ese objetivo, valores que siempre auguran una recompensa. Con estas premisas trabaja desde principios de agosto el Atlético Jesús de Rafael Campillo, que debuta el próximo domingo en Primera Nacional femenina ante el Cornellà de Terri catalán.
El gran sueño de este modesto club ibicenco se hizo realidad el pasado 1 de junio, fecha que permanecerá en la retina de las heroínas del Jesús, como lo será la del próximo 19 de septiembre. La victoria sobre el Palma Son Gotleu suponía el ascenso, por primera vez en la historia de la entidad, a la segunda máxima categoría del fútbol femenino en España.
Campillo es, de nuevo, el encargado de dirigir la nave pitiusa. La idiosincrasia de la isla ha obligado al cuerpo técnico a reclutar a las futbolistas más destacadas que residen en Eivissa. Por ello, para esta nueva aventura cuenta con 16 jugadoras de la plantilla del curso pasado más nueve incorporaciones que garantizan solidez y desparpajo a un bloque que conjuga veteranía y juventud.
«Hay una cosa muy clara, tenemos que contar con chicas que tengan la vida y estén en Eivissa. Hemos hecho un equipo con lo mejorcito de la Isla. No cambiaría a ninguna», reconoce con orgullo Rafa Campillo, que explica la composición de su flamante conjunto de Primera Nacional: «La base principal es la del año pasado. Entre las nuevas, cuatro proceden del Ibiza de fútbol sala, Sara, 'Manoli', Nieves y Laura Delgado. Tenemos dos chicas con experiencia en la liga madrileña, Arancha y 'Cata', que deben ser quienes más destaquen; Neus, que procede de la liga catalana; Nicola, la más veterana, que viene del Sant Josep; y Laura Costa, de la Peña Deportiva».
Vivir la experiencia
La primera incursión del Atlético Jesús en 'segunda división' promete espectáculo y, sobre todo, un cartel de lujo. Equipos como Barcelona B, Espanyol B, Girona, Lleida o Sant Andreu visitarán el campo municipal de Jesús, fortín en el que el grupo de Rafa Campillo pretende forjar la permanencia.
«Estamos en el grupo balear y catalán de los seis que hay en Primera Nacional. Hay equipos más que consolidados en el panorama nacional y en nuestro grupo suelen estar equipos que luego ascienden a la Superliga femenina», advierte el técnico, que hace referencia al sistema de competición, por el que únicamente el campeón de cada grupo disputa una fase de ascenso de la que promocionan los dos primeros clasificados.
El objetivo del Atlético Jesús no debe ser otro que el de disfrutar de la experiencia. «Mantenernos sería más que un éxito. Nos lo tomamos como premio teniendo claro que si hay que volver a categoría autonómica ya la conocemos. Nos lo pasamos muy bien el año pasado y ahora vamos a ver nuestro nivel. En la liga balear siempre hemos ganado en fútbol sala; vamos a comprobar cómo competimos en fútbol 11», apunta Campillo.
El principal inconveniente para el plantel pitiuso es el mismo que para los equipos de Tercera División: el escaso nivel de competitividad en las pretemporadas. «El handicap es que aquí hemos tenido que jugar contra equipos cadetes de chicos. Al no poder hacerlo contra equipos femeninos estamos con la duda de saber cuál es nuestro nivel real», lamenta el entrenador ibicenco, quien, a pesar de añadir que «no ha sido una buena pretemporada», admite estar muy satisfecho con el rendimiento de su grupo de jugadoras.
La plantilla es extensa y, como señala Campillo, ronda una media de edad de 24 ó 25 años. La más veterana es la guardameta Nicola Alsen, con 45 años, que convive y trabaja con jóvenes de 15 y 16. «A nivel femenino hay chicas que empiezan a jugar en categoría mini y que llegan a equipos como el nuestro siendo aún muy jóvenes», concluye el capitán de un barco cargado de esperanza que sale de puerto este domingo.