Sandra Pirsic, pívot del Palacio de Congresos, aparece rodeada por hasta tres jugadoras del Ros Casares.

CIUDAD ROS CASARES 80
PALACIO DE CONGRESOS 33

ROS CASARES (27+17+22+14): Lawson (5), Fernández (13), Douglas (8), Brunson (14) y Frohlich (8) -cinco inicial- Vesela (6), Mc Williams (8), Lima (6), Palau (6) y Martínez (6).
PALACIO DE CONGRESOS (6+8+9+10): Thorburn (4), Morales (5), Smith (9), Rasmussen (4) y Pirsic (8) -cinco inicial- Seguí (0), Somogyi (3) y Peteva (0).
Àrbitros: García León y López Herrada. Sin eliminadas por faltas personales.
Incidencias: Pabellón Municipal Fuente de San Luis.

Hay días que es mejor quedarse en casa. Algo parecido debió pensar el Palacio de Congresos de Ibiza cuando vio lo que se le avecinaba en la Fonteta. El Ciudad Ros Casares puso la máquinaria a pleno funcionamiento y arrolló, literalmente, al equipo ibicenco, que encajó una paliza de esas que tardan en olvidarse. El partido ya estaba totalmente sentenciado cuando apenas se habían disputado 13 minutos (35-6), pero las vigentes campeonas no aflojaron la marcha y acabaron venciendo por un sonrojante 80-33. Es decir, 47 puntos de diferencia. Todo un mundo.
En el primer cuarto ya se pudo comprobar que el Ros Casares, que el miércoles hace su estreno en la Euroliga femenina, quería ofrecer su mejor versión ante su público. Jordi Fernández, ex entrenador del PDV, tiene en sus filas a auténticas jugonas como Marta Fernández, Rebekkah Brunson, Kathryn Douglas o Jana Vesela, entre otras, jugadoras que, si están mínimamente entonadas, te pueden hacer un roto en pocos mimutos. Y ayer, el equipo valenciano, estaba más que entonado. Sólo en los primeros diez minutos las locales anotaron cinco triples casi consecutivos y se marchaban sin problemas en el marcador (27-6).
El conjunto ibicenco, por su parte, no podía capear el temporal que se le venía encima. Ni siquiera pudo mostrar la capacidad de lucha y entrega que ha ofrecido hasta ahora en los partidos de casa y que ayer prácticamente no existió debido a la fatiga física después de cinco partidos en tan poco tiempo. Más que nada porque el rival no le dio ninguna opción y porque el partido ya estaba perdido a las primeras de cambio. La desventaja ya era de 19 puntos en el minuto 13 (35-6), después de un parcial de 22-0 de Ros Casares y de una sequía anotadora visitante de algo más de siete minutos. Al descanso se llegó 44-14 y la sensación era que una locomotora le había pasado por encima al conjunto pitiuso. Todos sabían que en Valencia se iba a perder, pero no de tanto y, sobre todo, mostrando tan poco.

Defensa
En la segunda mitad no cambió nada el decorado, aunque las diferencias cada vez eran mayores. Jordi Fernández reconoció que, para este encuentro, la plantilla valenciana se había propuesto como forma de motivación el encajar el menor número posible de puntos para volver a ser la mejor defensa del campeonato. Ese juego, al parecer, les salió muy bien y el Ros Casares fue un auténtico muro, infranqueable para el rival. La balear Marta Fernández, desde la línea de 6,75 metros, cerró el partido estableciendo la máxima ventaja de 47 puntos, resultado con el que se llegó al final (80-33). Ya en la primera jornada, ante el Perfumerías Avenida, se había quedado en unos números tan bajos (51-36), pero el marcador de ayer era aún más escandaloso. Por cierto, no es la peor derrota sufrida por el equipo en Liga Femenina. En la temporada 2003/04, el propio Ros Casares ya venció por 88-36. Se repite la historia.