El Trial Ciutat d'Eivissa 2011, segunda prueba puntuable del Campeonato de España de trial, fue un auténtico monólogo de Toni Bou. El piloto de Montesa dejó claro, por si alguien tenía la más mínima duda, que es el mejor trialero del planeta. No hay discusión posible. Ayer dominó de cabo a rabo la competición y dejó muy atrás a sus principales rivales: Albert Cabestany, Adam Raga y Jeroni Fajardo.
La cita ibicenca obligó a madrugar a todo el mundo, algo que, con el cambio horario, costó más de lo acostumbrado. En esta ocasión, para evitar los problemas de Castellolí, donde los pilotos de la categoría absoluta fueron descalificados por tiempos, la Federación decidió que los primeros en salir fueran los participantes de TR1. Así pues, a partir de las 08,30 horas, los favoritos Toni Bou, Raga, Cabestany, Fajardo y compañía, ya se habían puesto en marcha.
El madrugón restó público al inicio de la prueba, aunque la gente se fue animando con el paso de las horas y, tanto en la cantera de ses Canyes como, principalmente, en el Paseo Vara de Rey (en la penúltima zona), hubo un gran ambiente para contemplar en directo las excelencias de algunos de los mejores pilotos del mundo.
Los primeros compases fueron igualados, aunque Bou no tardó en sacar ventaja a sus rivales. En la zona 5 ya empezaron las dificultades para el resto de los pilotos. El decacampeón del mundo superó los obstáculos casi sin despeinarse (27 puntos y 5 de bonificación en las dos pasadas), pero Cabestany y, sobre todo Raga, que sólo logró 13 puntos en la segunda vuelta, no aguantaron el ritmo.
Las dos siguientes paradas ya fueron una auténtica criba. El año pasado las principales quejas de los pilotos absolutos era la escasa dificultad del trazado. Esta vez no pueden decir lo mismo y las zonas 6 y 7 se convirtieron en un calvario para algunos. Bou contabilizó 82 puntos en esas dos zonas, por los 56 de Cabestany y los 50 de Raga. El prometido duelo entre éste último, vigente campeón de España, y su principal rival tendrá que esperar a otra fecha ante la gran superioridad de Bou.

Un paseo
El resto de la competición fue un auténtico paseo para el piloto de Montesa, que ya sacaba mucha diferencia a sus perseguidores y que se impuso con un total de 690 puntos. La única duda era saber quién le iba a acompañar en el podio. Raga, tras pasar por serias dificultades, se rehizo en el último tramo, aunque Cabestany no dejó escapar la segunda posición para imponerse por un punto de margen (619 a 618).
En TR2 el triunfo correspondió a Jorge Casales (Gas Gas), que se impuso a Marcos Méndez y Carles Traviesa. Laia Sanz, por su parte, finalizó en cuarta posición y, aunque se quedó fuera del podio, fue una de las grandes destacadas y, sobre todo, de las más aplaudidas. Víctor Beltrán, en TR3; Oriol Noguera, en júnior; Arnau Farré, en cadete; y el ibicenco Toni Salas, en TR3 +35, ocuparon el primer puesto del podio en el resto de las categorías. Por lo que respecta a la clasificación general del Campeonato de España, Toni Bou, que no hay que olvidar que no puntuó en Castellolí, se coloca tercero con 20 puntos, por detrás de Méndez (25) y Casales (23).

Primera victoria en Eivissa
Toni Bou ha ganado pruebas en todas partes del mundo y en todo tipo de competiciones. Sin embargo, una de sus asignaturas pendientes era vencer en Eivissa. En 2009, en el primer año de la prueba organizada por el Motoclub de Formentera i Eivissa, el triunfo correspondió al japonés Takahisa Fujinami, mientras que Bou terminó en segunda posición y Adam Raga fue tercero. El año pasado, el primer puesto correspondió a Raga, en una competición muy disputada y en la que el piloto barcelonés fue segundo por sólo diez puntos de diferencia (1.996 a 1.986). En esta edición, otra vez con cambio de reglamento y modificación a la baja de las puntuaciones, Bou no ha dado opciones al resto de rivales y se ha impuesto por 71 puntos de diferencia lo que, con la calidad de los participantes, es casi un mundo. «Después de tres años viniendo a esta prueba, tenía ganas de conseguir mi primer triunfo en Eivissa», admitió el piloto tras la prueba.