Medori, felicitado en el podio.

SERBIA (14+22+15+14): Micic (13), Dangubic (0), Milosevic (4), Popovski-Turanjanin (10) y Miskovic (4) -cinco inicial-, Mitrovic (13), Miljenovic (10), Krstic (3), Jankovic (5), Bezbradica (0) y Avramovic (3).
ESPAÑA (16+27+11+17): Hernangómez (5), Fernández (6), Sanz (22), Díez (8) y Abrines Redondo (16) -cinco inicial-, Vives Torrent (5), Suárez (2), Medori (-), Homs (-), Pérez (3), Olaizola (4) y Gómez (0).
Àrbitros: Marco Giansanti (ITA), Marek Cmikiewicz (POL) y Petros Papapetrou (GRE). Eliminaron a Popovski-Turanjanin, Fernández y Olaizola.

Una nueva generación júnior que se viste de oro. La selección, con el ibicenco Javier Medori -ayer no jugó- en sus filas, batió a Serbia en un partido durísimo y logró el oro para España en la categoría siete años después del último.
No fue el mejor arranque del campeonato para la Roja. Los nervios pasaron factura y Serbia empezó más cómoda el partido. Como ya advertía Luis Guil en la previa, los serbios iban a intentar que el partido se moviera a un ritmo más lento, intentando impedir los ataques rápidos de España. Y lo consiguió. Aun así, la selección, sin jugar su mejor encuentro, lograba mantener el marcador equilibrado a pesar de sus fallos en ataque. La mejor noticia era que, al final del primer cuarto, mandaba en el marcador por la mínima gracias a una canasta de Julen Olaizola 14-16.
En el segundo cuarto apareció un enorme Jorge Sanz para anotar de todas las maneras. Suya fue la última canasta de la primera parte, que ponía siete arriba a la Roja (36-43).
El tercer cuarto fue un auténtico esfuerzo de España por resisitir las embestidas de una Serbia que, a pesar de su triángulo mágico (Micic,Mitrovic y Miljenovic) no logró ponerse nunca por delante. Tras reducir diferencias (44-45 min. 24), Jorge Sanz volvió a tomar la iniciativa. Un triple dio nuevamente algo de aire a España, que no pudo despegarse más a pesar de sus esfuerzos. Los serbios se mantenían cerca al final del tercer cuarto (51-54).
España recuperó su mejor defensa y comenzó con un parcial de 0-6 (51-60 min. 33). Micic dio emoción al encuentro (62-64 min. 39), pero la Roja no titubeó y se mostró firme en los tiros libres.