Con la cabeza bien alta y recibiendo el caluroso reconocimiento de un millar de personas. Así, en honor de multitudes, cayó el Pacha Ibiza Voley a manos del CyL Palencia 2012 en la final de la Copa Príncipe de Asturias celebrada ayer en el ya mítico pabellón de es Viver (0-3).
El equipo anfitrión tenía la difícil tarea de desafiar al actual subcampeón del mundo juvenil, un grupo de jóvenes talentos criados en la cultura del voleibol cuyo centro de operaciones se halla circunstancialmente en Palencia. Su rebosante calidad impregnó el escenario de la final, por eso nadie se extrañó del resultado tras hora y media de espectáculo sobre la pista ibicenca.
La lógica se impuso en una mañana histórica para la isla. Llegaba el Pacha Ibiza mermado físicamente tras la exigente batalla del día anterior frente al provocador adversario pirenaico. Pero dio la cara en la final.
El partido arrancó con la novedad de Jesús Ariño en el puesto de colocador en lugar de Christian López y el equilibrio se mantuvo hasta el ecuador del set (12-12). En la red se estaba librando una bonita batalla que daba como vencedores momentáneos a los bloqueadores locales (20-17). Hasta que los nervios y la presión restaron precisión a los saques de unos y otros, especialmente a los del anfitrión. La maquinaria palentina se puso en funcionamiento; a base de movimientos precisos y a la maravillosa dirección de juego de Ángel Trinidad le dio la vuelta al marcador y cerró a su favor el primer episodio (23-25).
Las interminables extremidades de los sub 18 ya estaban listas para funcionar a pleno rendimiento y, a pesar de la innegable entrega del equipo local, Palencia pronto puso tierra de por medio (6-11). El bloqueo visitante se mostró intratable ante los remates de un Solanas impotente frente a la muralla que formaban Vigil, Osorio y Villena (14-20).
El factor Es Viver entró en juego y el Pacha Ibiza tiró de amor propio para reducir distancias (19-21). Sin embargo, varios golpes de fortuna y una discutida decisión arbitral acabaron de enterrar las opciones del conjunto de Toni Gino (20-25), que veía cómo el sueño de coronarse campeón en casa comenzaba a esfumarse.
Trinidad dicta sentencia
El amo y señor del partido, el colocador andaluz Ángel Trinidad, desplegó todo su arsenal de recursos en el tercer periodo. Palencia bailaba como una formación de danza bajo la dirección del que, a la postre, sería nombrado MVP de la final. Con todo, el Pacha Ibiza se aferró a los remates en corto y al pundonor de Oliva en la red para prolongar la emoción (10-9).
Dos puntos seguidos con Osorio al saque restablecieron el guión del encuentro y la efectividad del combinado júnior disparó de nuevo la ventaja (10-14).
Tras el tiempo muerto solicitado por Toni Gino llegó un bonito intercambio de golpes. Especialmente el que supuso el 17-20 para el Pacha Ibiza, un punto delicioso para el espectador en el que se pudo disfrutar durante cerca de un minuto de la destreza de ambos contendientes. Hasta ahí la final. Con Osorio y Trinidad al saque se acabaron las opciones de un Pacha Ibiza que pasó muchos problemas en la recepción (20-25).
La expresión de los jugadores ibicencos tras la final denotaba el amargo sabor de la derrota. Todos eran conscientes de la envergadura del rival, campeón indiscutible de la fase regular, pero perder nunca entra en los planes de este grupo de currantes.
La ceremonia final
La ceremonia de entrega de la Copa Príncipe de Asturias y del trofeo a subcampeón corrió a cargo del presidente del Consell Insular d'Eivissa, Vicent Serra, y del vicepresidente de la Federación Española de Voleibol Eladio Freijo. Así se puso fin a un fin de semana mágico con Eivissa como epicentro del voleibol masculino nacional. La organización resultó un éxito, por lo que no sería de extrañar que empresas de este calibre regresen a la isla.

Noticias relacionadas

LAS CLAVES DEL PARTIDO
1 Imprecisiones.
El primer set se decantó del bando palentino gracias, en parte, a las imprecisiones del equipo local fruto de la tensión o el nerviosismo. Especialmente adverso en la final fueron los numerosos errores en el saque.
2 Bloqueos. Palencia implementó su defensa en la red con las 'torres' Virgil, Osorio y Villena. Los remates ibicencos impactaban una y otra vez en el bloqueo palentino, que no dio margen a la improvisación para los colocadores locales.
3 Trinidad. El MVP se ganó su nominación gracias a la elegancia de sus asistencias, su enorme efectividad en el saque y al criterio y el temple con que mueve a sus compañeros. El jugador malagueño desequilibró la final.