Los pupilos de Vicente Fernández saludan a su afición mientras abandonan el terreno de juego.

El Portmany recuperó ayer el trono, la primera posición de una Regional Preferente que ha dominado prácticamente desde el principio, pero que se mantiene más igualada de lo esperado hasta el final. El equipo de Vicente Fernández doblegó por la mínima al Puig d’en Valls, que se hizo con el liderato la jornada anterior, y depende de sí mismo para cantar el alirón y meterse en las eliminatorias por el ascenso a Tercera División.

Los dos equipos protagonizaron un partido paupérrimo, que no estuvo a la altura del colorido que presentó la grada. El Municipal de Sant Antoni congregó a más de 600 espectadores, una cifra que no se ve prácticamente ni en derbis pitiusos de Tercera. La emoción movilizó a ambas aficiones, que presenciaron un duelo intenso pero sin calidad, un combate cuerpo a cuerpo en el que ganó el que golpeó primero.

El Portmany le devolvió la moneda al cuadro pistacho. Se repitió la historia del choque de la primera vuelta, que también se saldó con 1-0, pero con los papeles cambiados. Si en Puig d’en Valls fue el cuadro ‘portmanyí’ el que mereció los tres puntos y se estrelló de bruces por un tanto rival, ayer pasó lo mismo pero al revés. Los de Buti, incluso con uno menos durante toda la segunda mitad por agresión de Labi a un contrario, tuvieron el balón en su poder, pero no encontraron la forma de remontar el autogol de Tucho a los 20 minutos. Previamente, el Portmany había avisado con par de lanzamientos lejanos de Mounir.