Salinas, de la Peña, pasa la pelota ante la presión de Aparicio, del San Rafael.

De todos es conocido el dicho de ‘año nuevo, vida nueva’. Pues, de momento, no se cumple para el San Rafael, que sigue sin levantar cabeza en Tercera División. Ayer fue azotado en el derbi ibicenco de la categoría, en el que la niebla fue protagonista desde el minuto 40 hasta el punto de que muchos pensaban que el duelo debía suspenderse, por una Peña Deportiva bastante superior y que hizo buenos todos los pronósticos. No en vano, por mucho que se diga que en los derbis no hay favoritos, sí que lo había y ayer quedó patente en el marcador, acabando, de paso, con una racha de cuatro temporadas seguidas sin ganar en Sant Rafel en competición liguera.

Los de Santa Eulària asestaron dos mazazos en apenas cinco minutos a su rival para dejar el partido sentenciado. Tras un mejor arranque de los locales, que rozaron el gol en un remate de un Ramos que se lesionó en el minuto 34 –al igual que su sustituto, Vicent– y en una falta de De Pablos, un centro de Ramiro lo remató Ayrton al fondo de la red en el primer palo. Era el minuto 44 y los peñistas habían aprovechado su tercera ocasión después de un cabezazo fallido del propio Ayrton y un disparo escorado de Paolo. Fue uno de esos goles denominados psicológicos, que llevan al rival a los vestuarios pensando en su error.