Paolo Etamané disputa un balón aéreo en un partido anterior.

El síntoma conocido como mal de altura, aplicado al fútbol simboliza una falta de adaptación de un equipo a una posición de privilegio en la clasificación. En la primera vuelta, no llegó a manifestarse esta ansiedad en el Mallorca B, pero a medida que avanza la competición, el líder parece comenzar a sentir la presión por acabar siendo absorbido por sus rivales. Sobre todo por una Peña Deportiva que ha recortado cinco puntos en las dos últimas jornadas y que ya se encuentra a dos victorias de dar caza al filial bermellón.

El equipo de Santa Eulària conocerá horas antes de su compromiso frente al Ferriolense (16,30 horas) el resultado del duelo directo entre el Mallorca B y el Binissalem, a quien urge sumar de tres en tres para alcanzar los puestos de play off. En las seis últimas jornadas, el líder ha encajado tres derrotas y un empate que alimentan las opciones de una Peña Deportiva inmersa en una buena racha de resultados.

Los de Mario Ormaechea buscan alargar una semana más su condición de invicto como local. En Santa Eulària, el cuadro deportivista encadena 12 victorias y un empate, números que le hacen ser el claro favorito en su choque frente a un Ferriolense que marcha decimocuarto y que viene de encajar una ‘manita’ en Alcúdia (5-0).

A pesar de todos estos condicionantes, Mario Ormaechea sigue fiel a su discurso y advierte de que el Ferriolense «tiene jugadores de mucha calidad» y que su posición en la tabla no responde a su potencial. Aún así, confiesa que su equipo se encuentra «en un buen momento» y que el objetivo, como en cada jornada, «es intentar sumar los tres puntos».

En lo deportivo, el técnico pierde por sanción al defensa Pau Pomar, mientras que Toni Suau padece problemas físicos y tampoco será de la partida. Por si fuera poco, el plantel ha perdido a dos efectivos más con las salidas de Cristian Cruz y de Antonio con destino al Rápid de regional. Para hoy, Ormaechea cuenta con 16 efectivos del primer equipo.